sábado, 11 de octubre de 2008

Ando buscando una vida

Espantapájaros soy señor,
acá sirvo a mi tierra
en el confín de ninguna parte.
Sonriente y humilde trazado,
siempre triste pero cordial.
Dos palos torcidos son las piernas sin pies
con que inútil intento bailar
esos pasos primeros.

El viento me envuelve en remolinos,
la distancia es de él,
y mío el estar acá.
No hay recuerdo que me lleve,
nube, nube,
arriba, arriba,
alta,
batí esa bandera.

Ábranse los poros de la tierra para recibir la lluvia,
ese plin plin de ensueño
luego de años desvelados.

Gire la ronda de cardones y se alegre
al compás de cajas de trueno.
De dos en dos,
de a un paso a la vez
hacia el lado del corazón.
Un pasito hacia atrás,
hagan espacio, si,
más sin arrastrar los pies.
Alzando la pollera,
sonriendo al viento,
despacio,
para no levantar polvareda.
Pues hace mucho,
mucho que no llueve.

Tosca esta,
de Sol tostada.
Tierral del pecho duro,
Apretado de más ya,
por los años de pasarle por arriba.

Ábranse un poco los terrones,
ábranse para dejar paso a las gotas,
le digo también a las hebras secas de mi pecho
que ojalá una paloma elija de nido,
Ábranse, si,
pero antes atajen un instante el agua,
para que en un charco pueda mirarme la cara,
y acomodarme el sombrero.

Es que cansado de andar los años plantado aquí,
Ando buscando una vida,
esta de madera que llevo,
no es siquiera mía.
Vámosle dando lo mismo sin quejarnos...

Un rayo de luz entre nubes
parece serpentina,
y gire la ronda,
gire,
De un pie a la vez,
haciendo la reverencia,
Un pasito hacia atrás,
que digo,
a hacer espacio,
que ya viene la primavera.

Esperándote yo también,
cual semilla,
siempre de pie y despierto he de estar.
Espantapájaros,
brazos en cruz.
Arriba, arriba vamos nomás,
sonrientes y humildes trazados.
Corazón de algodón y junco,
cabeza de estopa;
¿Quién dijo que no podemos soñar
con un una vez poder sentir?
Acariciar con una mano,
y en la otra un ramo de flores
con que conquistar al amor.

Cantar,
como las aves que van volando.

Yo las miro con estos dos botones de ojos,
dos palos torcidos son las piernas sin pies
con que inútil intento bailar.
El viento me envuelve en remolinos,
nube, nube
arriba,
arriba,
bien alto batí esa bandera,
que ya la primavera vuelve.

Que esas gotas que se sienten caer,
tal vez sean las pestañas rozando
anticipando el beso soñado aquel
que despertará a la cigarra
que duerme aún
bajo la tierra que araña el viento.

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires, septiembre de 2008

3 comentarios:

DEARmente dijo...

Este, que parece un canto, me ha ganado este día, día de lecturas.

Te felicito.

"Cantar,
como las aves que van volando"

Muy bueno.

JR dijo...

genial.

un abrazo y encantado de llegar a leerte, leer tu Poesía...
lo tuyo.

Chusku dijo...

Juan r.
Saludos hasta las Canarias, che.

¿tuyo?
una vez que los terminé de escribir los poemas son de los que los lee.
En realidad soy alguien que se equivocó y equivoca mucho.
El canto está inspirado por los humildes, los postergados, los que teniendo posibilidad, no hacen simplemente lo que les conviene.
A ellos se los debemos.

Saludos
Luis