jueves, 19 de mayo de 2011

Breves instrucciones para desenvolver a un riguroso

Bom dia,
cuando haya ya abierto el traje
no se aproxime a sus partes pudendas
no le toque,
no le provoque
Tenga cuidado con los bordes filosos
no dañe con caricias sus aristas sensibles
no le hable a menos de una distancia prudente
ni de temas escabrosos.
Respete su verticalidad ante todo,
no le acueste sin su consentimiento expreso

Si le pregunta si todo sigue peor
dígale que si
déjelo tranquila/o

Si planea sacarle a la calle
ayúdele a manejarse entre la turba
avísele que allí verá personas de toda clase
Enséñele a respetar aún la vida y espacio
de aquellos ebrios al punto
de olvidar el respeto por las propiedades
del afán irreverente
de quienes aún no tiene su barriga solucionada
de los que van sin prisa ninguna mirando las piernas
de alguna,
o el torso de alguno
o el carisma
o la billetera

De los que no saben el himno,
ni que día es hoy
ni que había que cortarse el pelo
o alargarse la pollera

Que busque,
con afán,
que busque alguien entre este asfalto.
Alguien con quien quiera estar
y lo intente,
un día en cada lugar o permanente.
Que acepte el desafío a convivir en la medida y manera que pueda.

Verá que es tan fácil como impensado.
Fácil y tan tonto como imaginar conservadores a rajatabla
enviados por correo
y escribir sobre ellos un poema
y que alguien este aún más loco

como para terminar de leerlo.