domingo, 29 de noviembre de 2009

Tiempo de descuento

Tarde de cielo sin flechas,
corra un riesgo:
seguir, y para dónde.

Tiempo irreversible,
viento con sentido quiere hacer dos cuadras más allá.
Todo a contramano va
arrastrado y dando tumbos.
Todo girando sin comprender,
todo, todo,
incluso tu desdén,
y mi instinto por seguir.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, agosto de 2009)

viernes, 27 de noviembre de 2009

Cuadros dentro de cuadros

debemos reconocer la efectividad fría de su pulso firme,
ellos saben pintar colores en formas que nos duelan.
reconocer, para no unirnos a ella en esta trama.
Es que de tanto verla pasar, desde cierto ángulo,
la vida tal vez parezca una miniserie,
donde los supuestos héroes terminan no siendo tan valientes.
Una filmación,
con la salvedad que los que mueren en este capítulo 9 (enfocados o no)
no resucitarán para el próximo episodio
como intentan que alegremente pensemos.

Ficciones que se nos van armando y desarmando,
y armando...

Por no pensar desde un principio en hacer bien las cosas,
el final queda librado bastante al azar,
y el argumento termina siendo secundario
los directores reciben el subsidio y el repudio,
porque la mayoría de los actores
son víctimas del mal reparto.

Se encienden furiosos reflectores,
se subrayan sin fin y repiten ciertos diálogos e ideas hasta el hartazgo.

la repetición graba,
la repetición diluye,
la repetición impone
la repetición derrota a la larga a la generación de ideas.
instala otras dictadas.

Se reemplaza a la falta de fe en lo que se hace por costumbres.
Se le da a ciertos hombres importancia y demasiado poder,
se le da a buscar aciertos,
poca importancia...
y eso tan sólo conduce a un mal desenlace

Adormecidos vamos sin notarlo
cubiertos por un estandarte,
nos recostamos a ver en el informativo,
a que nos cuenten lo que pasa.

Mala noticia tras otra
nuestra voluntad vamos rindiendo.
Las antenas de la pálida
transmiten las veinticuatro horas en cadena.

Pueblo cantor,
en silencio nos negamos.
Garganta salitre donde la pobreza humana en gestos hecha raíz,
en silencio nacemos y morimos,
Tarde vamos por los caminos,
Perdidos,
con temor por todo.
Las lechuzas de mal agüero en burla nos chistan,
pero aún estamos a tiempo de alzar la voz de nuevo.

Por ahora,
frente a una imagen prefabricada y ajena que nos desmiente
vamos volcando nuestro sentires hacia dentro,
ahogando al pecho en sonora catarata.

Pueblo cantor,
El silencio te deshereda.
La televisión se ríe de nuestra forma de ser,
uno va con vergüenza de mostrar su simpleza.
A otro le dimos el control,
y nos cansamos de ver cuadros dentro de cuadros

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, agosto 2009)
(Porque se saque el mejor provecho posible a esta nueva ley de radioteledifusión. No porque uno a esta altura todavía crea en la ley, sino más bien, porque les tocó y espero que les toque otra vez más perder a esos que nos ganan siempre.)

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Poema justo como para envolver media docena de huevos

mentalidad elitista,
se ha ido desperdigando por el orbe,
tengo la impresión, que antes no se pensaba tanto así,
antes, creo, se pensaba más.

Antes de este reinado de lo inmediato,
del beneficio medido al instante.
De la algarabía constante para unos no tantos,
de la exclusión para unos no tan pocos.

De extremo a extremo se esparce la creencia extraña
del reemplazo de la naturaleza,
por la voluntad de algunos hombres
incorporados a corporaciones poderosas.

Tengo la impresión...
y la leve marca en la piel de los que este tiempo
ha decretado perdedores.
Se me pide que acepte, sutilmente.
Algunos firman sin mirar la sentencia que los cuenta entre el dictamen.
Antes,
creo, se pensaba más, che...
Antes de sumarse al carnaval de ratas,
antes de acompañar alegremente al flautista hacia el barranco.

Mentalidad elitista,
etiqueta premium que se intenta pegarle a cada simple cosa.
Carente de certificación de calidad,
y tal vez con algunas ces por eses,
declaro en este acto este poema choto y para nada conveniente.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, agosto de 2009)

lunes, 23 de noviembre de 2009

Virtud de no tener virtudes

Te prefiero así, salvaje y loco
caminando por el costado del mundo
Opiniones y creencias
en las que a veces yo también me hago cardúmen
el humano y su animal gregario.

A pesar de las montañas de libros,
de los claustros alejados del vulgo.
De los tratados,
de los eventos plurifacéticos
de los manifiestos y decretos
de las sueltas de palomas
de los preservativos subsidiados.

A pesar o a causa
de la metralla de buenas intenciones que no encuentran el orificio de salida
y se gangrenan de bondad en cuerpos ajenos.
A pesar de los empréstitos no reembolsables,
de los organismos antagónicos que te dan generosamente a beber la sangre
que brota del tajo que te hicieron medio metro más abajo.
A pesar, sigo,
de los que dicen "hasta el final" justo metros antes de bajarse.
De la onda preocupación por guardar al ser humano en formol,
por poner a la instrucción pública en un altar.
De llamarle cultura a este (para mí) montón de nada.

De proteger la democracia dándole con un palo al o los que no acatan las indicaciones.
De ir cortando flores para alimentar colmenas enteras de zánganos.
Encarcelando padres para asegurarse futuros delincuentes.

A pesar de esta red que gira frenética sobre si misma
donde puedo decir lo que quiero,
a pesar de todo eso,
de tanta flema,
y tanta decencia.
De tanto saber lo que hay que hacer y decirlo
aún no he visto un solo juez que se inculpe a si mismo
ni un banquero durmiendo en una banca,
ni un iluminado que vaya al cielo sin escalas
ni un poeta que haga(mos) explotar una rosa
ni un farol piadoso
que se trague las sombras.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre 2009)

sábado, 21 de noviembre de 2009

venían en tres navíos

Ruta de las especias,
vulgar comercio donde la desgracia es la otra cara de la moneda,
tan sólo un efecto colateral del dios progreso.

Rincón de olvido en que el mundo arroja todo.
Quedó la voluntad que quiso ser y algunos razgos,
perduran los lugares y los nombres.

el mar...
el mar inmenso torna río.
orillas donde estar no quisieras
la conquista, palabra dura
nadie quiere perder, odiar,
nadie quiere ser trofeo.
pero el cielo es cada vez más estrecho
y aunque se agache
no consigue tocarte.

más te valdría la estampida
la cicatriz es lo que viene
pero la suerte quiso
y te has puesto entre la espesura inmóvil
a mirar el mástil de tres naves
a las que tu lengua aún no ha puesto nombre.

Miran fijo,
trajinan desde lejos.
Traen creencias, pestes y cansancio.

Cuando desciendan veran lo grande de tu figura
tu bravura,
tu instinto.
Los rechazarás, si,
pero volverán por miles
porque esta es la vida y la muerte
y la vida.
Porque es circular el mundo
que luego alguien dirá que es para todos.

Volverán, si,
para manchar otra página con esa palabra
que no deja márgen a la inocencia.

La conquista, palabra dura...
vendrán y vendrán hasta lograrlo.
porque la ambición
no sabe de escollos en su viaje
y tu existencia
esta justo en su camino.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2009)

jueves, 19 de noviembre de 2009

Los asesinos nunca amagan

Inmensa varita mágica,
jaulas convertidas en ciudades
no hay más nada en que confíe
todo es esto en que voy.

Soy un ser común envuelto especial
barrancas y cumbres a las que tus pasos asoman,
cosas que esta sociedad jura que empareja.

Dejenme aqui en mi ruta
ni a contramano
ni a favor
así nada alcanzo
así nada se me escapa
nada que yo necesite

todo vil y provisorio
la ley se encarga.
asi es como todo es intemperie
así, también admito,
es como no supe armarme un refugio

Voy a descubierto,
así como la juventud acorralada
va enredada en cables y adelantos
subiéndose sin querer a un pedestal
del que sin cesar te arrojan.

Asi es como te desarman y te quiebran
Así.
Asi de fácil y complejo.

Lo que te impulsa es lo que te asfixia
contra calculadas, legales paredes.
Lo verás tarde quizas,
el espacio no abunda.
Pensarás que es una broma,
una suerte de cámara oculta.
Una desgracia que terminará en risa como casi siempre.
Pero no olvides que a la hora de la verdad
los asesinos nunca amagan.

Intenta no sumarte a su carnada,
antes,
después...
solo hay lamentos

Así como tan solo el error
evidencia lo que era acierto,
asi como la experiencia se desecha en la vejez abandonada.
Así siempre,
entre la mentira de lo urgente todo llega tarde.

Mi grito bate el aire más lento que las luces que encandilan.
Soy como esos cascarudos danzado hipnotizados en los faroles,
la mañana me encotrará arrastrando mi fracaso.

Soy otro ser común envuelto especial
Déjenme aqui en mi ruta
ni a contramano
ni a favor
Admito:
no supe armarme refugio entre toda esta intemperie.

Ahora todo vil y provisorio
la ley se encarga.
Voy a descubierto,
ya no sé lo que es verdad ni lo que es trampa,
apenas a no sumarme a la carnada
apenas lo que pueden estos brazos
que me sujetan a tu lado en este viaje en picada demente
hacia la total destrucción.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2009)
(Título extraído de un tema de Los Caballeros de la Quema, supongo de autoría de Iván Noble)

martes, 17 de noviembre de 2009

la guitarra que perdiera

suerte zurda,
historia nomás,
cosas que pasan.
Desgracia como las que a cualquier gaucho le acontece.
¿Era invierno o era verano aquella esquina?,
el calor venía de adentro
quien sabe quien antes de perderla yo
me la encontrarara...

Y al buen entendedor pocas palabras
y a la guitarra aquella el mejor de los deseos.

Rezo por su descanso.
Que de lujuría de cinturas con uñas marcadas,
de salvajes guitarreros de pocas notas y vinos tupidos el creador proteja.
Asi sea.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre de 2006)

domingo, 15 de noviembre de 2009

Y voy...

Flor colorada de la plaza de Retiro,
te ví entre mis papeles,
ventanilla mugrienta de por medio,
desde el colectivo.

Giraba este en torno a la plaza,
dándome distintos ángulos de tu belleza.
Tú estás ahí,
yo andando.
Y nadie arranca a nadie,
y ninguno encima de ninguno,

Asi todo el tiempo y todo cosa debería.
Pero el hombre hace diferencia.
y se preocupa de que se sepa que ha comprado
lo que no tiene el vecino todavía.

¿Qué más bello que aquella flor colorada que yo veía?,
Y nadie me cobró nada.
Ellá sigue ahí, en la imágen evocada
y yo andando.

Y nadie arranca a nadie.
y ninguno encima de ninguno.
Asi todo el tiempo y toda y cada cosa
y todo y cada ser debería
con su mejor color vestirse
hasta distraído "entrar a la muerte
como en una fiesta".

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre de 2006)

viernes, 13 de noviembre de 2009

Milonga sin nombre

Camino que nunca más he de tener
Mi corazón y mis sueños los tengo en un atillo
que voy llevando en mi gitaneada.

Un punteo de guitarra tranquilo
de alguien que la haga casi hablar al tocarla
quisiera me acompañe en mi camino.
Matear al amanecer y por las noches.
Saber que estás feliz, de almuerzo y cena.

En la ventanilla del futuro
recibir la sonrisa de un niño como paga,
y quedarme con un vuelto de estrella
para contarle mis sueños mientras duermo.

Dame salud,
para ver todo esto y me daré por satisfecho.
Por ahor voy tranqueando nuestro mundo
con una mirada de tierra
que no ve más allá de mis sueños.
Voy
con unos pies que doliendo
me avisan que viene lluvia.

Y que llueva nomás todo lo que quiera,
estoy calentando el agua para el mate
bajo un alero de estrellas.
Mi corazón y mis sueños los tengo en un atillo,
el camino: adelante.

Dejame ahora que te cuente ciertas cosas,
que desfine estrofas de una milongas sin nombre,
dejame che,
que mañana sigo andando mi cansancio.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre de 2006)

jueves, 12 de noviembre de 2009

Dentro de la gente

La llovizna deja un poco de barro en las veredas.
Dentro de la gente una melodía.
Pocos se animan a tocarla por miedo a ser tomados por tontos.
Yo,
tan sólo acordes.
Una frustración.
Una vergüenza.
Dificlmente pueda explicarlo.

Simplemente se acostumbra uno al amago hacerse el rengo,
Como perro que lo han cascoteado.
Se habitúa a dar menos de lo que puede.
A desconfiar y ser mezquino.

Pero dentro de la gente, escondida una melodía...
Como una isla en medio del mar,
hasta que al fin crucemos la distancia...

Por ahora en silencio va todo,
agazapado,
como a la espera.
Como la esquiva sonrisa de una madre severa.
hermosa,
acogedora,
desconocida.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre de 2006)

martes, 10 de noviembre de 2009

y qué?

Escucho
tantas cuerdas pulsadas
a un ritmo inadecuado.

Imagino
una canción
diferente.

Asumo
que no será del gusto
de la mayoría.



Ciertamente
me tiene sin cuidado.






lunes, 9 de noviembre de 2009

Allegro

Soy como agua de lluvia
que no alcanza a caerse
No puedo dormir,
tengo las hojas que no se me callan.
Acá va una pequeña canción,
espero al menos que te haga sentir bien

Arquitecto de esperanzas,
torres de ilusiones
balcones de asombro
en herrumbre de techos
anda la Luna descalza.

Sinfonía,
la más ensayada de todas,
escucha al viento como la trae.
Sinfonía rara,
la que debe meterse bajo tu piel
para soportar el frío.

Flautín sudeste,
esta vez, o nunca.
Violines se desviven dispuestos en hilera.
Es el final del verano

y los grillos lo saben.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, abril de 2009)
A todos esos locos que componen música.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Rechiflao´ en mi tristeza

Siete y algo,
la boca de la estación vomita gente que se agolpa,
espera cruzar la calle,
parece una tropa de guerra.
No alcanzo a ver el estandarte,
tal vez sea de coidicia.

Nadie parece querer perder
lo que no se sabe si se tiene.
Nadie quiere ponerse tonto y viejo,
y sin embargo,
todo ese tiempo que perdemos en componer lo que rompemos sin cuidado.

Pienso que nadie piensa demasiado.
Pienso que la televisión está encendida demasiado tiempo.
Pienso que los que pensamos,
no lo hacemos bien...
Vivimos en sueños que nos cansamos de soñar,
en ilusiones que se gastan
de tanto volver a usarlas.
Como un sólo par de zapatillas que al fin no lleva lejos.

Siete y algo,
siete y algo,
siete
y algo.

Rehén de calesita,
caballo de madera.
Años pasando por esta esquina
a las siete y algo....

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, Enero de 2009)

sábado, 7 de noviembre de 2009

Lo que me falta para quererte (bien)

ranura conformista,
limosna de la vida
al Sol le da lo mismo salir o no con vos.
te dejé a la vuelta de la esquina de una calle muy larga
nunca lo quise,
debió haber un malentendido
ahora voy pensando en como volver
mientras calles y calles y calles sin solución
pasan detrás del vidrio
mientras avanza un bondi presto

a ninguna parte

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2009)

jueves, 5 de noviembre de 2009

Mientras nodormía

sombra de pájaro
no solamente vuela
resta ardor a esta espera...

palabras dejadas en blanco
no pongas seguro a la puerta
no sueñes cosas que no son para vos
no eches llave.
los dueños del territorio
hablan de sus gastos defensivos
se comunican con apenas gestos
-de desprecio-
si pudiesen,
pondrian dos arqueros,
y la pelota, de paso, de plomo.

Deportivo empate.
Los he visto arreglar y arreglar torneos
para dar la vuelta entera.
Siempre mismo sentido.

No importa si todos muriésemos,
a veces he pensado,
con tal que con lo que se masturban se cumpla.

Los he visto conquistar aplausos
ganarse el respeto de las calles ante el asombro.
Pensaría que todo está perdido
si no hubiese escuchado
decir a un vecino,
un vecino de acá al lado
que "el sur también existe"
y late
en las esquinas, bajo la lluvia,
o detrás de cada puerta

El Poeta del Asfalto (octubre de 2009)

martes, 3 de noviembre de 2009

Un pibe

Caminaba, corría, reía.
me costaba aprender a silbar
y nunca aprendí bien del todo, ¿sabés?
Iba hasta el parque a ver el Sol en la mañanas
a acompañar los grillos con el alma.
Sabía decir no, si,
pero difícil que lo dijera.

Tenía un bondi esperando en cada esquina
un tren para cada travesura
y se oían pasar y pasar los trenes...

Troilo había tocado ya sus últimos acordes,
mi calle estaba toda adoquinada
Buenos Aires -nunca arrepentida- respiraba por sus poros,
rudo ser su peso que colgaba de miles de hombros
a los que me fui sumando.

Yo miraba todo desde mi estatura,
no precisaba de adjetivos
la vida era todo verbo
volvía cansado a la casa, contento,
no tanto como la primavera que sabe que a esperan,
pero volvía...

Tiempos aquellos...
me costaba aprender pero silbaba.

Tiempo de desafinar para crecer,
de ir cruzando puentes....
No comprendí que estaba triste
hasta que leí mi primer verso.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2009)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Se acabó el truco

Se acabó el truco
que todo en deseable transformaba,
espejismo y camellos cansados
en el ojo de la tormenta
forzados a seguir viaje
sin tener a donde llegar

desierto del amor imbécil,
Ardides y mentiras

perdido...

estoy perdido
los porotos van todos del otro lado
yo voy apenas pensando en como ganar esta mano
de una partida terrible
con dos cuatros de otro palo
y un siete de oros.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2009)
Truco: es un juego de naipes donde por costumbre los tantos se cuentan con porotos sobre la mesa.