domingo, 8 de noviembre de 2009

Rechiflao´ en mi tristeza

Siete y algo,
la boca de la estación vomita gente que se agolpa,
espera cruzar la calle,
parece una tropa de guerra.
No alcanzo a ver el estandarte,
tal vez sea de coidicia.

Nadie parece querer perder
lo que no se sabe si se tiene.
Nadie quiere ponerse tonto y viejo,
y sin embargo,
todo ese tiempo que perdemos en componer lo que rompemos sin cuidado.

Pienso que nadie piensa demasiado.
Pienso que la televisión está encendida demasiado tiempo.
Pienso que los que pensamos,
no lo hacemos bien...
Vivimos en sueños que nos cansamos de soñar,
en ilusiones que se gastan
de tanto volver a usarlas.
Como un sólo par de zapatillas que al fin no lleva lejos.

Siete y algo,
siete y algo,
siete
y algo.

Rehén de calesita,
caballo de madera.
Años pasando por esta esquina
a las siete y algo....

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, Enero de 2009)

1 comentario:

Daniel dijo...

Al igual que la calesita, correr tras el caballito de adelante y al final los que se llevan la sortija son los que viajan arriba.

Un placer.