viernes, 30 de enero de 2009

5,..6,..,7...?

Entre los párpados como globos puedo ver,
aún puedo ver:
se fueron y apagaron la luz.
Llorar o abrir más los ojos
no sirve de nada.
Soledad sin pensar,
hacer, hacer,
nada esperar,
como a quien desnudo sorprende mayo
y quiere en vano detener el invierno.

Crecer, en tu mundo, de golpe o no crecer,
semilla desparramada,
alguna cayó en la correntada,
otra en pedregal o despeñadero,
y vos
¿qué podés saber de un ternero perdido enredado en la cerca?,
de esos ojos abiertos.
De la canción que es siempre la misma,
de la sensación de abrazo que puede suplir casi cualquier muerte,
de bailar con un alambre de púas que se va ciñendo al cuello a cada compás
más,
y más,
y más.

Vos, aquel,
¿qué podés saber de antemano de lo otros podemos hacer o decir?,
de si vale la pena oírme o dejarme ir,
o cortarme de raíz directamente acá.

No entiendo para que pasa y no deja de pasar este tiempo sin descanso,
vos decís tener razón y sin embargo mientras vos soñas un final,
nosotros vamos buscando como seguir.

¿Y vos?, más acá de allá.
No digas ahora que no podemos crecer.

¿Caerías?,
¿en serío caerías con todo ese silencio esperando por tus huesos?
Date vuelta, mirá el camino recorrido,
mirá el bolsillo ese lleno,
de lo que no querés mostrarle a nadie.
¿Te darías por vencido tan fácil?
Ya sé que ya caíste otras veces,
ahora al menos sabés que sos débil.
Tal vez la noche suelte por ahí un verso
que venga hacia tus huesos helados aún ladrando,
y tal vez en vez de enfrentarlo huyas,
y ese destino te siga el rastro setenta cuadras, lineal,
hasta encontrarte.

Huir no tiene sentido,
no hay final,
no hay retaguardia,
nadie que haga el aguante.
El aire,
la madrugada,
la bruma, amor de última hora, será la única caricia.

Pordiosero de sombra,
ganaste lo que no te dieron
perdiste casi todo:
el corazón, la cordura, los pasos...
Fuiste sólo una pequeña frase que agregaste al gran poema que se seguirá haciendo en adelante.
Hache de humanidad,
lugar vacío de donde despegaron mil pájaros.
Hemos bailado donde no se debía,
quedamos adeudando supuestamente una disculpa en el margen atiborrado de un cuaderno.
Decíla por mí,
vos que tenés las manos libres.

¿caerías?,
¿vos? con esos huesos.
Esos, que fueron tantos intentos
¿Caerías ahora?,
¿te rendirías mientras aún estás peleando como la primera vez?
Como el que sabe que no tiene suplente,
Ni revancha,
Ni toalla que vuele piadosa de ningún rincón,
¿Te rendirías ahora,
cuándo estás peleando como nunca?


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, 2007 retocado en enero 2009)

martes, 27 de enero de 2009

ramal muerto

Corta la vía del tren el llano
sin terraplén que la separe de la tierra.
¿Pa´ que elevarla?,
si acá casi nunca llueve más que un rato.

Un nido de hornero en la “Y” de una rama,
unos pastizales agazapados a la vera,
un aire que anima a unas pocas mariposas a que bailen,
y casi que más nada

Se pierden los rieles bajo la tarde cansina,
son como un talismán que la pampa se guarda en el pecho.

Los trenes de tanto en tanto, en la cosecha,
van a descargar los silos y les sacan lustre.
Pero ellos de tan angostos,
hartos del sin sentido de la espera
no pueden reflejar el cielo.

Hay que dice
que ayudaron a fundar un país tal cual es ahora
Ellos apenas presienten que se acortan ya las tardes,
que termina mayo y vuelve a doler el silencio.
Tan sólo de tanto en tanto,
de madrugada en madrugada fría,
el rocío les nublará la piel con su beso.
Y en su deber duro es eso todo lo que aquí pueda esperarse,
y el tiempo pasa,
y ellos lo saben...


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, agosto 2008)

sábado, 24 de enero de 2009

Ve, aunque esté oscuro

Ensilla,
espuelea.
Respeta del más grande al más pequeño.
No hagas caso a ley ni señores
en tu conciencia esta grabado el estatuto
Si vas a descargar el brazo
cuidate de no arrepentirte luego.
No galopees, que el mundo no tiene la culpa de tu demora.
Anda al trote apenas que la huella,
es el polvo del que venimos y al que estamos volviendo.

Lleva el chambergo de ala ancha por si no escampa la lluvia,
pero de tanto en tanto levanta la pera
y pedile un favor a las estrellas.
Lleva tabaco si tenés costumbre, y unas alforjas bien llenas
que el camino se presenta largo.

Ensilla,
ve.
De cada sitio despídete,
que no hay regreso.
Se llega para volver a partir
a espera de ver un Sol que vuelva a ser el Sol.
Ve,
pese a las sombras: confía.
No temas aunque lo pinten oscuro,
nadie que haya vivido más de un día
no tuvo aurora.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre 2008)

miércoles, 21 de enero de 2009

Chupate esa mandarina

Antes de maldecir al bosque,
antes de serruchar ilusiones vecinas,
Antes de andar arrancando cortezas de otros
sacudí tu propio árbol y fijate
si no se cae de madura la respuesta a tantos males.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, enero 2009)

martes, 20 de enero de 2009

acuse de recibo nº 2

imagino
que es tan buen lugar como mi casa
para confesarme

aqui

bajo el sol.

suerte a ambos.





john ash.20/1/09

sábado, 17 de enero de 2009

donde nunca hubo camino

¿A dónde te irás cuando se apague el fogón
y la noche siga?,
tendrás que saber por dónde es
o intentar otra vez el no perderte.

tener lugar es casi todo
discutirlo cada vez,
es casi un sacrificio
como querer a quien nunca te quiso
o preguntarse
¿Con quién va andar mi sombra?

¿Quién
siguiéndome la luz de este cigarro
tomará el mismo rumbo?
¿quién?,
esta u otra madrugada
donde nunca hubo camino

¿Quién?

¿Quién con los zapatos embarrados?
con la misma insistencia inocente
va a repetirme las palabras duras
de tanto juntar silencios.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, enero 2009)

martes, 13 de enero de 2009

Che, tango, che

Estos giros de la orquesta de Pugliese,
tienen la belleza y la sombra del amor
que sólo el desinterés alcanza a atesorar.
La parsimonia, si,
algo de dulzura,
como el Sol que entra en la habitación de un convaleciente en pleno invierno
a bailar arrastrado en el gastado piso un tango tibio
que tal vez no vea nadie...

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, enero 2009)
(A la memoria de Don Osvaldo Pugliese)

domingo, 11 de enero de 2009

Obstáculos

Bórrenlos de la lista,
nadie debe recordar sus nombres de cara al barro.
Avanzar,
avanzar no importa sobre quienes,
tomar, repeler.

Estás en el camino, como una piedra,
lastre que impide el despegue,
un extraño en el lugar incorrecto,
un extranjero que nunca aceptaremos,
un intruso en tu propio espacio.
Apartate, tomaremos todo
........no será suficiente
tomaremos todo
........no será suficiente
tomaremos todo
........no será suficiente
Avanzar,
avanzar, empujar, obtener.
¡Eh, vos!
Yo no tendrás nombre para este día y los que vienen.
Creo que no entendiste: junta tus cosas y largo.
Allá afuera está lloviendo.
¡Extínguete!

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2008)
(Casi sesentamil aborígenes tobas viven en la provincia de Chaco (Argentina) desplazadaos de sus tierras ancestrales con violencia y títulos falsificados, aislados en tierras improductivas en condiciones de vida infrahumanas frente a la desinformación de los medios de difusión masivos que si brindan amplios espacios a las quejas de los productores de soja que cortan caminos a los que llaman compatriotas.)

jueves, 8 de enero de 2009

Desvío

Borde del tablero,
¿a dónde moverás la próxima ficha de las quedan?
tiempo perdido hasta ahora,
piezas menores,
una mesa cerca de la ventana
día cerrado como ciertos labios
seco hasta el momento.
Moscas caminando por el canto de la madera,
el chirrido del ventilador de techo.
La parla de un televisor de esos de encendido obligatorio a tus espaldas
y el de la birome contra la hoja mientras tal vez en vano te espero.

Final abierto,
ruido de motores.
Diciembre se va por veredas anhelantes entre tal vez ruinas.
Peones colgando indecisos,
no escucho ciertos pasos

el poema no lleva nombre todavía.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre 2008)

lunes, 5 de enero de 2009

"104 veces por minuto"

le quito a billy una frase
"te quiero 104 veces por minuto",
seguro que nadie le ha dicho eso nunca.

luego se sumerge entre las mantas
y se hace una bola,
una croqueta, digo yo,
una albóndiga, dice él.

"te quiero 104 veces por minuto", le repito.

¿solo?-dice él.

no puedo contar más deprisa-digo yo.



"hoy, te quiero ciento cuatro veces por minuto", frase de billy mcgregor.
gracias .




john ash 5 de enero del 2009, en capital del sur.

Cuando se acabe la esquila

Umbral,
Do,
Sol,
Re,
y otra vez do,
umbral,
un escalón más de los que tantos pisan,
ahí está el cantor

Las cuerdas están más lejos de la cejilla
que algunos de la soledad en las grandes ciudades
y él solo siempre está
Do,
Sol,
Re,
y otra vez do,

Lo miro ahí,
y le doy unas monedas como premio a su constancia cada domingo cuando paso
Yo,
que nunca pude verme bien la cara
no tengo quien me cuente como son esas tristezas que de cada tanto me aparecen,
pero deben ser parecidas a las que le escucho a él cantando.

Yo,
que al oírlo me detengo unos instantes
lo veo y me veo sin cambiar en un futuro, sólo, triste y aporreado
Yo,
que vengo sin conocerme
corriendo detrás de cada tiempo que se me promete
y puntual cobro en sangre lo que amo
la propia, si, que se me derrama
la mía, digo, que se me quiere escapar de adentro mío
por buscar algo que no sea esta espera.

Otra vez domingo,
semana menos,
otra vez tarde de milonga y espejos.
En el fondo del tacho suenan a poco las monedas.
Yo, que nunca pude verme bien la cara
la miro cantando antes de tiempo ahí en la de él.

Do,
Sol,
Re,
y otra vez do,
no sé ni para qué,

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre 2008)

jueves, 1 de enero de 2009

Canción de las ocho menos cuarto

Terminal,
errantes que van y vienen
siempre del mismo sitio.
El tren que parte, es el mismo tren que arriba.
La gente llega sin llegar
sombra en las mentes,
eclipse total,
todo este desánimo es para que contra vos mismo te rebeles

algunos bajan cuando las ruedas aún se mueven
van por el andén hablando por teléfonos,
apurados,
siendo esto, siendo aquello
tirando papeles al piso

Tal vez en este instante una mirada entre la multitud,
callada,
inaugura así nomás un nuevo amor.
De seguro no es la mía,
ni la veo.
Un pie y luego otro,
percusión de molinete,
lenta procesión lenta,
yo voy.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre 2008)