jueves, 17 de febrero de 2011

Fine di un viaggio

Que lejos aquel ímpetu por desafiar a las constantes olas
La nave siguió su ruta
hemos arribado, amigo de fierro,
tan seguro es todo ahora
que ni se nota que estamos.

Aire del mar nos despeina,
Mira las luces navegando
el agua parece infinita

Palabras de hace años
preguntas que nadie piensa responderse.
Palabras dejadas en blanco,
negro noche
silencio que resalta

Oye,
oye el mar,
Paciencia de caracol
aliento todo de herrumbre.

No te olvides de las imágenes
que preferiste no ver.
Nada quedará en pie en la mañana.
No te olvides de esta imitación tan real
en que ni se nota que estamos.
Las noches sin estrellas que guíen,
los días
son una ballena varada en una playa.

Que lejos aquel ímpetu por desafiar las constantes olas...
Durar es esto.
Vida era aquello en alta mar
amigo de fierro

donde no parecía costar tanto morir.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, febrero de 2011)

domingo, 13 de febrero de 2011

Las pequeñas cosas

La mañana le dice al Sol:
primero la ventana
ninguno de ambos piensa
si tiene razón.

Tuya es la palabra,
lo frío de lo hablado.
La melancolía,
el mundo real,
el mundo soñado
Las invenciones.

Convención de techos plateados.
Este ángulo de luz
es poesía reunida para quien madruga.
Plata pura.
Una divisa no legal
que explica lo pobres que somos a veces
corriendo detrás de las cosas,
de algo que nos enseñaron,
de una idea en nuestras mentes,
de un día

que no va a llegar


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, febrero de 2011)

miércoles, 9 de febrero de 2011

Poema de pronóstico inestable

Algunos ven vacío,
otros falta de espacio
Intento acercarme
y mi mente es una máquina de crear distancia

Ángel amargo
cosas que pensé no pensaría.
Pensamientos como sótanos
o balcones
Se sube o se baja,
se está ahí,
y los escalones no se acuerdan que pasaste.

Muralla.
Muralla inventada.
Los que sueñan con saltarla
no tienen principio ni fin
y todos sueñan con lograrlo
con un solo envión.
Yo,
mi amor,
aún no abandono la ilusión
de vivir en una sola realidad.

Grandes espacios vacíos,
remolinos de polvo.
Hay quien ve muros
quien ve molinos
quien no ve al otro.
Quien pide que la vida, dioses o aquellos que no ve ni considera
le alcancen una lámpara.

Mi amor,
¿vos que harías?
Qué harías ahora,
luego de haber sido contenido y recipiente,
luego de haber formado parte del paisaje,
del comercio
y las miserias.

Mundo inmenso,
rotación sobre su eje.
No hay alegría de conocer,
rotación, aquí mismo ahora
la velocidad es dueña de todo sin que lo notemos

Verano,
estación incandescente
sombras se proyectan.
Ya quisieras quebrar las formas
ya quisieras incendiar todo eso que estas cansado de no cambiar

Rotación,
Inercia mientras vas plantado aquí, a la masa.
Entre sueños
y sonámbulos

Ventanilla para depositar tu futuro.
Te dedicaste a trabajar tan solo
y a ser nadie.
Firma y sello.
Desengaño.
El plazo es variable
el cielo sigue fijo.
Tal vez el tiempo te acerque un espejo
donde puedas verte la sinrazón de los años

Amor pálido,
saca cuentas,
saca mentiras.
Amor escuálido
descreer,
encerrarse.
Cosas por miles pensadas.

Tu brillo lo estas cediendo,
Lo cedes a intereses oscuros moneda a moneda.
¿Dónde quedó la mujer y el hombre arco iris?,
¿dónde quedó un color para copiarlo?

Días puestos ahí,
telarañas sobre un fondo todo blanco.
Deberás atravesarlo todo tranco a tranco,
sea lo que sea.
Amanecerá como siempre,
como lo que se vende, se vende,
y se venderá.

Vos podés estar entre lo que están comprando,
o intentando recomprar lo que no debió venderse.
Pero casi todo se averigua tarde
para quien se acostumbró
a no escuchar al corazón,
ni a ir pensando

Mi amor,
Mientras la tarde se inclina
intento desandar distancias que fabrica mi mente.
Mientras un rumbo triste de seis cuerdas no se cansa de decirme:

Deberás seguir haya lo que haya al frente,
Deberás dar sin ensayar tus pasos,
entre esta cautela seca

de esperar al Sol...


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, febrero de 2011)

sábado, 5 de febrero de 2011

Palabras que retrasan

Me has dicho: niño.
Has llegado tarde.
Yo colecciono cosas negras,
yo pienso en lo que no somos
al menos por una segunda vez.
Lo que dejamos de ser
lo que no dejamos ser.

Es una manía muy específica, lo sé,
pero un ser humano
tiene derecho al silencio,
a cansarse,
a necesitar de alguien,
o al menos a sentirlo.

Niño,
niño.
Traigo acá la mitad de tu barrilete
arrancado de ese barro

Las cosas por decir,
las ausencias
¿nombrarlas?
¿no nombrarlas?

Niño,
niño,
niño.
Con mi mano te escribo
esta carta sin ayuda.
Mi mano nacida
de dos olvidos que jugaron hasta tarde

a que se querían…

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, febrero de 2011)

miércoles, 2 de febrero de 2011

Conciencia despierta

Primavera.
Tibieza despereza a una piedra en el fondo del río.
Abre un ojo y ve el cielo,
la corriente se acrecienta y ella gira,
luego, en un promontorio se detiene.

Abre ambos y ve una pájaro de mil colores.
Más allá: cerezos en flor,
un viento arriando nubes,
y al Sol cayendo
en rayos verticales.

Contempla todo
a través de la pupila del agua y piensa:
Tal vez mi destino no es el de divagar aquí en la corriente.
Tengo un pasado y un presente,
y un futuro que se gasta.
Tal vez,
no he venido simplemente a contemplar cada año el deshielo...
A arrastrarme sin sentido

por el fondo.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, Julio de 2008)