lunes, 31 de mayo de 2010

Parar la pelota



De altri tempi sos.
De cuando se cruzaba la calle sin mirar.
Luego vino la conscripción del cemento,
la esquina en ochava.
Se armó otro partido
y convencidos salimos muchos
con tapones altos a jugarlo con todo.

Y subió la estatura de las sombras,
y nosotros creímos que crecimos.

Partido trabado donde ya no queda espacio para gambetearla.
Césped color lunes,
se esconde acaso adentro de cada jugador
un ángel con algo de miedo.

Salimos a estas canchas donde ya pocos esperan la alegría.
Nos vestimos de buena voluntad entre tanto uniformado,
desbordamos, pateamos

y nos van corriendo el arco...

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, abril de 2010)

viernes, 28 de mayo de 2010

En tus ojos me pondré a soñar

Tú, que vienes detrás,
No hay idioma posible para escribirte mis dudas.
Olvidado de mi origen natural,
un día caeré sobre esta tierra, y no haré ruido.
Huyo de esta fecha que me obliga a crear una frontera,
a buscarlas
a mi que soy una voz sin nadie.

Flecha que cae al horizonte,
ojalá esté yo mañana marcándote una ruta al Sol,
reflejando luz.
Por ahora solo mañana, siempre mañana.
Cono de sombra, eclipse de emoción.
Aborigen del silencio, eso soy,
a la orilla de este mar sin puertos.

Intentaré enseñarte un futuro
que ojalá a través de tus ojos pueda ver.
Te dejaré un mensaje escrito en un papel con mis utensillos simples
para que entiendas que estuvimos aquí,
nosotros, ignorantes de los siglos,
compartiendo esto que a veces duele
y no será nunca la última palabra.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, mayo de 2010)
(para Circce)

martes, 25 de mayo de 2010

Incertidumbre

Sepulcro civil,
puerta entreabierta.
Madrugada de domingo para lunes,
la ciudad es una fiera cansada
que exhibe fugazmente su musculatura débil.

Sin pausa marchan esperanzas,
las veo cruzar por calles perdidas
y avenidas que recorre el basurero juntando setenta espejos rotos.
Viajan mujeres y hombres dichosos o presos del ocaso.
Transeúntes, ciclistas,
o mediante automóviles, o por los escasos colectivos.
Viajan a través de Buenos Aires y esta costumbre llana y bárbara
de degollar soñadores
y de agrandar fracasos.

No tiembles,
al principio y al final hubo noche.
Eso dirá la historia, la general, la de todos.
Te han invitado a sumarte,
y la suma no puede dar cero,
esa es la única condición.

Cuando puedas desperezarte de la vigilia,
cuando puedas despegar tu caracol dormido de las piedras
y erigir tu propio vértigo,
tu íntima velocidad a la alegría
habrás hecho la mitad del camino.
Vos solo,
o entre dos,
entre seis,
entre dos por pi al cubo.

Vos,
vos,
vos.
No mires el espejo de la culpa.
No pienses,
no calcules fríamente cuanto ofrendar
a este ritual que no se entiende ni al final ni al principio.

Aunque si, tienes razón:
habría que inventar un juego en que no gane nadie,
pero somos el sacrificio en un altar del tiempo,
y por ahora esas son las reglas.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, mayo de 2010)

jueves, 20 de mayo de 2010

Acevedo y la vía



He ensayado ser humilde, y también tomar sin pedir permiso
Mentir por conveniencia como uno más del cardúmen
y ser groseramente sincero como el pez más viejo del río.

He probado ser un payaso en este mundo
donde gobierna el mal humor.
He probado de subirme a un pedestal intelectual
que solo ha servido para resaltar mi estupidez.
He intentado reemplazar al alcohol en ayunas por otras
drogas.
He intentado ir a fiestas donde la gente se ría,
no entiendo de que
pero siempre vuelvo aquí
tarareando esa melodía que dice:
que todo me sucede a mí.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, mayo de 2010)

lunes, 17 de mayo de 2010

Si el rayo cayera dos veces.

Esperándote en vano,
debo estar desesperado, o algo por el estilo.
Un reloj dio la hora, no conté las campanadas.
Recuerdo aquel verso que se me ocurrió,
podría intentar seguirlo,
lo tenía por aquí,
arrancó triste y parece que así seguirá...

Tendría que entrar a un bar a ver el fútbol,
tendría que irme con el primero que pase a tomar una cerveza tirado en el pasto,
decirle hola a la primera que vea con cara de cansada de esperar.
En fin...

Pasa una familia reproduciendo lo que vio en el cine:
el padre actúa,
los pibes se encargan de los efectos especiales,
la madre les grita que no griten.

Pasan dos mujeres hablando de una cartera en una vidriera,
pasa un pibe que pide monedas,
me mira y sigue.

Mal reparto,
esquina de papeles en el piso,
rastros que se pierden.
Sentado en un umbral,
con la mirada baja
miro los pies de los que caminan
esperando tus pasos

mientras se va otra tarde.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, abril de 2010)

Un poco de música para amenizar y que no anden diciendo por ahí que el negro los tortura, ¿eh?

viernes, 14 de mayo de 2010

Tributando sueños

Mediodía áspero,
espejos de color en mi bolsillo.
Aborigen del silencio,
te vas sin que decir,
detenido;
vas pasando.

Tribu sedienta y maldita
sentencia que nadie dice haber leído:
Serás lo que quieras ser,
pero allá, solo,
inmensidad al fondo
donde el barro se junta con el cielo.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, abril de 2009)

martes, 11 de mayo de 2010

Fantasmas con buena suerte

Golpe a golpe van tallando la roca,
y el rubí,
y la forma de ser,
golpe a golpe

le dejaron la pesimista filosofía,
la nariz torcida,
la sonrisa por nada.
Lo mismo da,
buenos días, regulares o jodidos.
palmadas de hombro o promesas,
o mentiras.

El semáforo pasa a rojo de nuevo,
con los tallos enredados en los dedos
"flores para el amor" repite entre los autos como un credo.

Reacción acondicionada,
miradas de aire,
ventanilla cerrada.
Saluda y sigue.

Lo mismo da,
los autos arrancan y él sube a la vereda.
Va de nuevo hasta la esquina
y cuando el tránsito para,
él arranca de nuevo:
"Flores para el amor"

Algunos por verlo siempre allí parado creen que lo conocen
y le desean en silencio un futuro alto,
o una caída sin escalas.
Pero él,
hace rato dejó de mirar cielos.

Los precios del mercdo suben
y con el tallo cada rosa que no vende y se marchita,
el tiempo le va haciendo una corona.
Mientras arriba se comulgan
su inocencia,
él, sin saberlo,
y sin profesías,
ya encargó su final

a una Cruz del Sur.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, mayo de 2009)

jueves, 6 de mayo de 2010

Antiguo teatro

Que sea en una calle de noche,
adoquinada...
y llegar con tiempo y sin excusas.
Hablarte sin esconder nada,
como hace tanto

Función eternamente postergada,
se está viniendo abajo en silencio el viejo teatro...
Las goteras le hablan al oído al techo,
y él, cansado,
se va dejando sobornar,
se va juntando con el piso.

En avenida ni un alma,
la tapia no impide a los roedores que entren y salgan.
¡Psst!,
acércate, espía,
ni una luz;
lagrimas gotean en los palcos,
solo se ven sombras.

No anotes la dirección,
no enciendas el receptor,
no busques esto en los diarios.
Esta noticia sale en el viento.

En la calle del amor a contramano
se esta cayendo el viejo teatro.

Cayendo,
para mí...

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, enero de 2010)

lunes, 3 de mayo de 2010

Amas más el tiempo que tu vida

¿De qué estás hecho?,
¿de qué piensas?
Fuerza que te hace crecer,
madeja de oro.
Materia cambiante,
destino maleable

Hay un cable suelto en medio de esta atmósfera cargada de incógnitas.
Gases no inertes,
respiración entre cortada
rompete en cien mil pedazos,
diseminate,
como luz de Sol que se cuela entre dos nubes
no habrá quien encuentre entonces
quien señale con el dedo.


Mansos hermanos,
sonrisas blancas sobre lo oscuro de esta tierra,
nosotros, si,
los que soñamos con regresar un día.
Ya idos,todo, todo se repartirán.

Alfiler dorado sobre mi pecho,
las promesas se visten de utilería,
pensé que sabía huir,
ahora debo volver a la verdad.

Cae una leve llovizna sobre el vidrio,
se persigna una figura en el recuerdo.

El tiempo se compendia a este en que me miras
con tus ojos de enamorada,
mosca azul,
¿quién soy yo?

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, marzo de 2010)