jueves, 30 de octubre de 2008

La fábrica del verso

Con o sin quórum,
con o sin motivo,
Al soborno se levanta alta la mano.
La decisión debe ser rápida,
a las nueve sale el vuelo al paraíso,
lejos, lejos de esta gente,
Al partido de golf,
a la casa junto al lago que han levantado por siglos
siempre otras manos,
y se sostiene con columnas de mentira.

Una figura,
sorbe tibio cognac frente al fuego,
lee verdades en un libro.
No puede evitar que el poder vaya hacia él,
Y se apodere de su viejo corazón de niño,
que lo ciegue.
Y una garra le nace donde debería haber una mano,
y el decreto se firma, y la ley se promulga
La letra muerta,
y las cosas siguen sucediendo como si nada.
Pero no le importa
que la gente muera intoxicada con cápsula de plomo
en calles a veces no tan mal iluminadas
o a plena luz del día.
Que los hospitales sean verdaderos gabinetes de eutanasia,
a veces no tan anestesiada ni consentida.

Gerente de una industria vil sin chimeneas
se encarga de mantener la diferencia entre el abajo y el arriba,
y hasta ensancharla con disimulo siempre que se pueda.
Hay que aprender a morir

El techo está ahí,
es un lápida...
Las columnas están hechas apilando mentiras,
no le prestes a esta caterva
el futuro de los hijos de los hijos.

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires, septiembre de 2008

miércoles, 29 de octubre de 2008

gasoil a 0.60 y estatuas vivas.




me podría explotar la caldera en la cara,
asi todo dejaría de ser tan lento y tan rápido,
estaría al margen de lo que fue mio
y me dicen que sigue siendo mio,
pero no lo es,
ya no.

estaría en otro lugar
lejos
al margen,
quizás hasta fuera otra persona

y al amanecer
habría una guerra distinta
en la que morir.

puede que la esquizofrenia
me diera esa libertad fingida,
puede que pudiera justificarme
hasta perder la moralidad.

puede que escribiera otro poema
siendo distinta bestia
y gruñendo
sobre el mismo tema.

sí,
un mal dia.




john ash, capital del sur 29 de octubre del 2008.



ha

lunes, 27 de octubre de 2008

Viola

Suena que suena,
nos habla desde su boca redonda
¿Quién entiende la guitarra?
Voy pasando por su diapasón como por un pasadizo,
voy pasando porque tengo que pasar,
como por este mundo.
Bajo hacia la caja,
siento el tremendo vibrar de su espalda,
y ya me voy enamorando de esta canción pasajera,
de este encanto que no pasa.

Guitarra,
la de la madera muerta que retumba soles.
Te hablo como si me oyeras,
como si hiciera falta decirte estas
u otras cosas.
Te hablo yo
que apenas se tocarte los bordes como el viento a nosotros
que vamos pasando.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, agosto de 2008)

domingo, 26 de octubre de 2008

-bitácora III

la he visto
como el mal supremo sobre todo lo demas,
he visto sus fauces

y se ha sumergido.

el viaje adquiere una meta,
apunta a mi sien
como único objetivo

voy hacia él
a ciegas,
no puedo volver.

golpea el casco y el agua salada
empieza a inundarlo todo,
mi suerte nunca estuvo cerca,
insúltame
házmelo dificil

no permitas que pueda olvidarme.




john ash, 26 de octubre, capital del sur 2008

ex-combatientes

no me preocupa como la bolsa cae
sobre la tarima atestada de gente,
esas cosas pasan cada cierto tiempo

el terror se muestra por ciclos
para recordarnos que solo él
es el dueño del miedo.

las hipotecas son navajas sobre los antebrazos,
sobreviven los contratos conyugales al temporal,
nos hacen esclavos indefinidos
con derecho a salvar la basura,
cierran las fabricas de sueños de los magnates
y lanzan a los que sobran a la misería

no me preocupa tener que dar una patada
a una puerta cerrada,
estas cosas son lesiones inevitables.

preferimos esperar a combatir,
mañana será mejor,
aún nos queda la esperanza
el rezo
el agachar la testa un poco más.

en la cúspide de alguna atalaya
alguien se frota las manos y sonrie,
creo que de alguna manera se parece a mi
y a el
y a ella

y a ti.





john ash, 25 de octubre capital del sur 2008

jueves, 23 de octubre de 2008

Otra ofrenda a los dioses

¿Por qué debería vender mis poemas?
¿por qué crearse una imagen si en el fondo ya sabemos lo que somos?,
enfermos que no buscan cura,
aves sin volar y que con pluma intentan decir algunas cosas.

¿Por qué hay que salvar a la banca?
¿Por qué de aquel lado se intenta que cada vez haya menos cosas comunitarias?
¿Por qué pagar por todo?
Necesitar cosas que no te hacen falta,
ir por ir,
querer sin ganas,
dormirse sin sueños

Amar a una nación preexistente y sorda,
que pide que respetemos una ley que no nos han consultado.
Ajustarme a un idioma que me reclama acentos,
trabajar para supuestamente engrandecerlo.
¿Para qué?
un idioma que mis bisabuelos no hablaban,
como tampoco se esforzaron en transmitir "su" idioma.
No era "su" idioma, era el que hablaban.
No era "su" país, era donde vivían.
Antepasados cuyos nombres tampoco estaban en la cuenta de un banco
a más no ser que los hayan grabado en alguno de madera,
dentro de un corazón junto a otro y un por siempre...

No viviremos por siempre,
estamos creyéndonos demasiado.
Estamos apenas aprendiendo a ser de vuelta nadie.

¿Por qué buscar algo tan grande y pesado como el estado
para perseguir y punir a un simple carterista?
El mismo gigante pesado que debe salvar a la banca.
Porque no podemos juntarnos y juzgarlo nosotros.
Usted, mi tía,
el almacenero,
la vecina de arriba que lo conocemos ;
que sabemos de los hijos que tiene que alimentar,
del hambre o no,
de las deudas y mentiras,
de la rectitud,
de los vicios.

¿Por qué se empeñan en retener el poder si no funciona?
¿por qué se lo permitimos?
Por qué no usamos los lazos en favor nuestro,
en vez de para darnos castigo mutuo y defraudarnos mutuamente.

¿Por qué hay cada vez menos cosas que decidamos?
¿por qué hay que salvar a la banca?
por qué entre tanto discurso uniforme
no tantos como yo preguntan:
¿por qué?

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre 2008)

domingo, 19 de octubre de 2008

Trauma




Días que empiezan con mal aliento.
comunes como la mentira,
Ellos simulan no sentirlos,
Pero ciertos golpes llegan con decencia
Aunque quieran hacernos creer
Desde sus antenas,
Que estamos dándole a la nada

Ciudad,
perdonáme este no ser un gran tipo.
Este apenas intentar volcar hacia donde puedo
el visceral odio que me han dado,.
Ese patrullarse a sí mismo,
creer que se puede condenar al otro,
Sin que esa humanidad atravesada nos salpique con su barro
en este medieval duelo de tantos adelantos...

Bajarse el yelmo y salir con la lanza,
Con razón o no,
bien o mal montado a la carga por las calles
en esta avenida de doble mano.

Orilla de la Pampa,
Te recomiendo a mi hijo,
No lo trates muy duro
Nunca pudieron poner un rey aquí por suerte,
Sólo reina cierto brutal fantasma
que sostiene algunas miradas desde donde miran en secretos los cuervos.

Maquinolas tragando monedas escupiendo boletos,
nada a donde ir la mayoría.
Bocas del subterráneo vomitando tanta gente,
bocinas,
circulación trabada.
El veneno va repartiéndose por las arterias
sólo son tus deseos y vos contra todo
incluso contra vos mismo
que estás cruzando la vereda,
confundido en la multitud
gritándote todo el tiempo cosas.

Sólo sos una sombra
que se pasea
más acá de allá,
viviendo del fantasma de aquel ya lejano beso.


El Poeta del Asfalto, Buenos Aires octubre 2008

sábado, 18 de octubre de 2008

Plan económico

La muchacha ya está dentro del cajón alargado,
luego de subir con gráciles movimientos por la tarima.

Una bomba de humo,
y el mago da un grito eufórico agitando su capa con lentejuelas.
Tiene la convicción ciega del fanático,
y el serrucho en la mano derecha.
Comienzan a batir los redoblantes,
las luces aumentan hasta su cenit.
El auditorio guarda silencio.
La muchacha sonríe algo nerviosa.

Mago de dos mil noches,
toda la vida soñó con esto.
Son tres los cortes que hacen falta,
pero es la primera vez que ensayan el truco.

Tenga a mano por las dudas,
el número de la ambulancia…

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2008)

jueves, 16 de octubre de 2008

Ceremonias para disolver

Acaricie con palabras a sus camaradas.
Diga que los quiere
(pero no haga por ellos casi nada)
Hable del afecto,
de los sentimientos que estan dentro suyo
pero siempre dando lo menos posible
de la cercanía,
pero siempre cuidando la distancia,
Cuando sienta que le reclaman sus faltas de excusas,
prometa más (siempre más)
de lo que no da.
Diga cinco o seis palabras lindas.
cuando ya la confusión esté bien hecha
diga un conjuro,
un par de cosas raras,
y con gran desprecio,
como siempre,
desaparezca tras su propia cortina de humo.
Diga que volverá en algún momento,
(cuando no haya nada mejor que hacer o le convenga)
Mírese distorsionada en su propio espejo.

Escriba un libro sobre el arte de hacer las cosas sin hacerlas
editado por El Gato Pardo
Es libre usted de hacer lo que quiera,
(todos lo son, por supuesto)
incluso de pensar que la gente es estúpida
y vivirá siempre prendida a su interminable capricho
recibiendo migajas,
escuchando más,
y más
y más
palabras huecas.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2008)

miércoles, 15 de octubre de 2008

Como hongos

Lluviosamente Buenos Aires,
todo gris el cielo,
tres días que no para.
Ahora comprendes:
azul no es tristeza,
por más que confunda
alguna lengua extraña.

El que armó el cielo
tal vez lo desarmare un día
sin consultarnos nada.
Yo creo en todo caso que no hubiera querido
que estés triste.

Copiosas gotas frías
no podrán evitar que salgamos.
Que vayamos más allá de nuestras mentes;
de los sueños a las cosas,
a buscarnos
a crear,
a romper,
ilusiones
o cerrojos.
En un cajón guardo los versos esta tarde,
me voy a ver que pasa.

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires mayo de 2008.

lunes, 13 de octubre de 2008

" C "

" C "





C, es mala
una vez dijo que un encargado
quiso tocarla,
por supuesto era mentira
pero el tipo fue a la calle,
C tiene las uñas largas y el culo gordo
ya no toma medicación
camina como si le pesara la vida
más toneladas de lo normal
y mira con desprecio si la dices que no.

es la ama de mi mano derecha,
mi mano derecha es débil
y epiléptico
y tiene ausencias de 10 minutos
cada 15 dias,
ella le lleva de la mano
hacía el coche de su padre
con su hermana,
con un acoplado que quiere follársela
mientras no para de hablar de su vieja madre
los dias que no bebe.

la hermana de C es extraña
casi no habla
un amasijo de huesos silencioso
que se desliza cuando está sola en casa,
C la odia
se le ve en la cara.

cuando recuerda sus tiempos de tranquimazin
sonríe y dice "yo ya no tomo nada",
a continuación aconseja a alguno de sus súbditos
a otros los fustiga como una niña al tonto de la clase
y los demás tiemblan
se enfadan
se dan de baja.

las madres llevan quince dias pariendo
nada detiene la producción,
ni L con suicidios de juguete
ni MI MANO DERECHA con sus ausencias
ni FOFO con sus ataques violentos
ni M con su locura verbal y su líbido descontroladas
ni JJ llorando es capaz de parar esto.

todo continua como si nunca pasara nada.

nos adelanta un coche
nos saludan con la mano
nos retrasan unos kilómetros

y desaparecen.






john ash, capital del sur 13 de octubre del 2008

sábado, 11 de octubre de 2008

Ando buscando una vida

Espantapájaros soy señor,
acá sirvo a mi tierra
en el confín de ninguna parte.
Sonriente y humilde trazado,
siempre triste pero cordial.
Dos palos torcidos son las piernas sin pies
con que inútil intento bailar
esos pasos primeros.

El viento me envuelve en remolinos,
la distancia es de él,
y mío el estar acá.
No hay recuerdo que me lleve,
nube, nube,
arriba, arriba,
alta,
batí esa bandera.

Ábranse los poros de la tierra para recibir la lluvia,
ese plin plin de ensueño
luego de años desvelados.

Gire la ronda de cardones y se alegre
al compás de cajas de trueno.
De dos en dos,
de a un paso a la vez
hacia el lado del corazón.
Un pasito hacia atrás,
hagan espacio, si,
más sin arrastrar los pies.
Alzando la pollera,
sonriendo al viento,
despacio,
para no levantar polvareda.
Pues hace mucho,
mucho que no llueve.

Tosca esta,
de Sol tostada.
Tierral del pecho duro,
Apretado de más ya,
por los años de pasarle por arriba.

Ábranse un poco los terrones,
ábranse para dejar paso a las gotas,
le digo también a las hebras secas de mi pecho
que ojalá una paloma elija de nido,
Ábranse, si,
pero antes atajen un instante el agua,
para que en un charco pueda mirarme la cara,
y acomodarme el sombrero.

Es que cansado de andar los años plantado aquí,
Ando buscando una vida,
esta de madera que llevo,
no es siquiera mía.
Vámosle dando lo mismo sin quejarnos...

Un rayo de luz entre nubes
parece serpentina,
y gire la ronda,
gire,
De un pie a la vez,
haciendo la reverencia,
Un pasito hacia atrás,
que digo,
a hacer espacio,
que ya viene la primavera.

Esperándote yo también,
cual semilla,
siempre de pie y despierto he de estar.
Espantapájaros,
brazos en cruz.
Arriba, arriba vamos nomás,
sonrientes y humildes trazados.
Corazón de algodón y junco,
cabeza de estopa;
¿Quién dijo que no podemos soñar
con un una vez poder sentir?
Acariciar con una mano,
y en la otra un ramo de flores
con que conquistar al amor.

Cantar,
como las aves que van volando.

Yo las miro con estos dos botones de ojos,
dos palos torcidos son las piernas sin pies
con que inútil intento bailar.
El viento me envuelve en remolinos,
nube, nube
arriba,
arriba,
bien alto batí esa bandera,
que ya la primavera vuelve.

Que esas gotas que se sienten caer,
tal vez sean las pestañas rozando
anticipando el beso soñado aquel
que despertará a la cigarra
que duerme aún
bajo la tierra que araña el viento.

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires, septiembre de 2008

jueves, 9 de octubre de 2008

Hasta otro día

Hasta otro día
El Sol ya nos acostumbró,
siempre solitario y puntual,
a no dudar de la amanecida.

Como a un cerro,
de lejos se te divisa,
norte del que va andando.
Dueño de todo,
te reservé un par de mis cosas
para poblarte las manos vacías
de tan generosas y plurales.

Mi barro tiene algo de la forma de tus dedos artesanos,
adivino.
El futuro se gasta,
la tarde es una máscara de cobre,
ya van hacia el poniente las aves.
Les he mandado decir que no me esperes,
que todavía falta.


El Poeta del Asfalto, Buenos Aires, marzo de 2008

miércoles, 8 de octubre de 2008

solo una luz en la garganta

solo una luz en la garganta



no sé si es necesidad
o costumbre
o vicio.

no sé si soy yo
o eres tú
o somos los dos.

no sé si este duo
es una ecuación mortifera y desalmada,
un reino sin rey ni cielo
sobre las cosas que respiran.

o todo lo contrario.


me cogeran en el suelo,
derramado sobre la bitácora
sin aliento
desnudo

con el miedo atado a las botas.

cuando te follo
creo que el mundo se acaba
al corrernos
me siento un ladrón

y el miedo
la locura
la lógica
caen al vacio
mientras construyo poemas
que nunca tienen final.

creo
que queda luz en mi garganta.




john ash, madrid 8 de octubre del 2008

Corazón de pena roja

Camino que se pierde,
nostalgia de lo que no se tuvo,
puerta que da la nada...
El tiempo la ilusión me va cerrando
de encontrarte aún despierta

Inquietud del hombre simple
mirada, nomás,
duda acaso,
nimiedad,
que no debería hacer poema.

Siento un latir sin sentido
que en el pecho va golpeando,
puertas
y puertas
y puertas,
cerradas,
de no abrirse ninguna.

Puertas,
y puertas,
y puertas,
y detenerse al final frente a una.

Canto simple como el vino
morado y que va bajando,
entono esta serenata
que no debería hacer poema.
Lo hago en el sitio errado,
no frente a tu ventana,
Sino,
en torno al corazón de un fogón de pena roja.

Es que el tiempo la ilusión me va cerrando
de encontrarte aún despierta...

Andar y andar,
para detenerse al fin
frente a una puerta que da a la nada.
Inquietud del hombre simple,
mirada, nomás,
duda acaso.
Malhaya que al abrirse,
no te encuentre solitario...

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires septiembre de 2008

lunes, 6 de octubre de 2008

Anciano

Fina plata el pelo,
el viento arriando distancias.
Supongo que la ciencia
debe tener mil y una formas de desmentirme cuando digo
que ciertas tardes, buscan decirnos algo.
Inclinar sus rayos de tal forma en la que al fin veamos reflejado
que son espejismos eso que creemos haber encontrado.
Que estamos lejos de haber llegado,
cerca del que sufre
tal vez entrando a serlo
sin boleto de vuelta.
Consumiéndonos en luz,
para que otro encuentre sendero,
ejerciendo la magia mientras dure.

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires agosto 2008

sábado, 4 de octubre de 2008

No way José

Ven a verme,
te quiero mostrar alto muro,
¡alto!
Muéstrame que tanto color tienes,
verde, blanco, o marrón,
pero sobre todo verde,
que es caro vivir en libertad

Camine hacia la luz,
las manos donde podamos verlas
¡Pardo!,
bang,
bang.
Ahora deja el dinero sobre la mesa,
sin movimientos bruscos,
vuelve,
si regresa,
a tu vida secundaria,
a tu rol de acompañamiento,
a tu hoyo de polvo

Regresa, si,
corre asustado,
¡Bang!, ¡bang!,
por donde has venido,
y dile a los demás que vengan a ver el muro,
sin aspiraciones.
Alto,
Alto,
cada vez más Alto,
mental,
¡Insoluble!
¡Bang!,
¡bang!,
duro.


El Poeta del Asfalto, Buenos Aires, septiembre 2008.
(Título de un tema de Illia Kuriaki & The Valderramas)

viernes, 3 de octubre de 2008

Reservista de la esperanza

Diecisiete años nomás,
ningún tiempo que perder
Edad en que semillas de pasión
nos vuelven temerarios.

La piedad no entiende en esto,
no tienes más que dos manos,
uniforme nuevo.
Ansias de pelear por lo que crees nuestro.
Oportunidad que pedimos,
espacio,
y más nada.

Para bien o mal,
somos parte de una fuerza.
Afeitada tu inocencia
te distraes con los camaradas tras las líneas.
Cigarro, naipes y bromas.
Cartas de amores distantes.

Cada noche te vas,
y con el alba volvés.
El tiempo corre sin pensar,
la Luna alumbra a veces,
el rocío llora;
pero no es por vos.

Yo no sé que va a pasar.
Los que piensan que entienden algo,
los que creen dirgir esto
se demoran de más pensando.
No te pienses solo,
que escribo por vos.

Aprovecha el tiempo,
te esperamos.
Eres necesario,
es duro el frente,
débiles algunos flancos.
Se reconquista lo que se pierde,
se avanza más bien poco.
Se tiene la rodilla dura,
la ropa desecha.
Se toman las armas del que cae.
Se toma una hoja en blanco,

a la carga.

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires enero de 2008

miércoles, 1 de octubre de 2008

Estado de cosas

Siempre creo, hubo gente buena,
y no tan buena.
Crear una nueva conciencia en la juventud,
podría ser, dicen algunos.
Pero la mayoría de esos, al final,
abandonan su crisálida de ideas,
y en vez de despegar,
se dedican a contar el vil metal
en sus moradas enrejadas.

La historia es una rueda,
importante saber de que vereda está uno.
Quién es amigo,
y quién viene con el puñal bajo el poncho.

Nunca todo estuvo tan mal como ahora,
venimos repitiendo por siglos como loros.
La historia es una rueda,
tal vez somos los mismos que vivieron
y no se acuerdan de crear una nueva conciencia
en la juventud
que ya los deja.

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires, septiembre de 2008