jueves, 23 de octubre de 2008

Otra ofrenda a los dioses

¿Por qué debería vender mis poemas?
¿por qué crearse una imagen si en el fondo ya sabemos lo que somos?,
enfermos que no buscan cura,
aves sin volar y que con pluma intentan decir algunas cosas.

¿Por qué hay que salvar a la banca?
¿Por qué de aquel lado se intenta que cada vez haya menos cosas comunitarias?
¿Por qué pagar por todo?
Necesitar cosas que no te hacen falta,
ir por ir,
querer sin ganas,
dormirse sin sueños

Amar a una nación preexistente y sorda,
que pide que respetemos una ley que no nos han consultado.
Ajustarme a un idioma que me reclama acentos,
trabajar para supuestamente engrandecerlo.
¿Para qué?
un idioma que mis bisabuelos no hablaban,
como tampoco se esforzaron en transmitir "su" idioma.
No era "su" idioma, era el que hablaban.
No era "su" país, era donde vivían.
Antepasados cuyos nombres tampoco estaban en la cuenta de un banco
a más no ser que los hayan grabado en alguno de madera,
dentro de un corazón junto a otro y un por siempre...

No viviremos por siempre,
estamos creyéndonos demasiado.
Estamos apenas aprendiendo a ser de vuelta nadie.

¿Por qué buscar algo tan grande y pesado como el estado
para perseguir y punir a un simple carterista?
El mismo gigante pesado que debe salvar a la banca.
Porque no podemos juntarnos y juzgarlo nosotros.
Usted, mi tía,
el almacenero,
la vecina de arriba que lo conocemos ;
que sabemos de los hijos que tiene que alimentar,
del hambre o no,
de las deudas y mentiras,
de la rectitud,
de los vicios.

¿Por qué se empeñan en retener el poder si no funciona?
¿por qué se lo permitimos?
Por qué no usamos los lazos en favor nuestro,
en vez de para darnos castigo mutuo y defraudarnos mutuamente.

¿Por qué hay cada vez menos cosas que decidamos?
¿por qué hay que salvar a la banca?
por qué entre tanto discurso uniforme
no tantos como yo preguntan:
¿por qué?

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre 2008)

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