martes, 27 de enero de 2009

ramal muerto

Corta la vía del tren el llano
sin terraplén que la separe de la tierra.
¿Pa´ que elevarla?,
si acá casi nunca llueve más que un rato.

Un nido de hornero en la “Y” de una rama,
unos pastizales agazapados a la vera,
un aire que anima a unas pocas mariposas a que bailen,
y casi que más nada

Se pierden los rieles bajo la tarde cansina,
son como un talismán que la pampa se guarda en el pecho.

Los trenes de tanto en tanto, en la cosecha,
van a descargar los silos y les sacan lustre.
Pero ellos de tan angostos,
hartos del sin sentido de la espera
no pueden reflejar el cielo.

Hay que dice
que ayudaron a fundar un país tal cual es ahora
Ellos apenas presienten que se acortan ya las tardes,
que termina mayo y vuelve a doler el silencio.
Tan sólo de tanto en tanto,
de madrugada en madrugada fría,
el rocío les nublará la piel con su beso.
Y en su deber duro es eso todo lo que aquí pueda esperarse,
y el tiempo pasa,
y ellos lo saben...


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, agosto 2008)

3 comentarios:

DEARmente dijo...

me gusta mucha las figuras que constantemente construyes con tus versos. En cada uno de ellos hay detalles que superan lo normal.

Aprendo mucho de lo que leo aqui, mucho.

Chusku dijo...

Mis maestros de primaría opinaban también lo mismo: que traspasaba "lo normal", jeje.
Ey, pero que tenemos aquí. La pampa se desprende ese talismán del pecho para que te lo guardes.
Dale buen uso,
el tiempo pasa,
y nosotros
lo sabemos.

Saludos
Luis

DEARmente dijo...

gRacias.