viernes, 27 de noviembre de 2009

Cuadros dentro de cuadros

debemos reconocer la efectividad fría de su pulso firme,
ellos saben pintar colores en formas que nos duelan.
reconocer, para no unirnos a ella en esta trama.
Es que de tanto verla pasar, desde cierto ángulo,
la vida tal vez parezca una miniserie,
donde los supuestos héroes terminan no siendo tan valientes.
Una filmación,
con la salvedad que los que mueren en este capítulo 9 (enfocados o no)
no resucitarán para el próximo episodio
como intentan que alegremente pensemos.

Ficciones que se nos van armando y desarmando,
y armando...

Por no pensar desde un principio en hacer bien las cosas,
el final queda librado bastante al azar,
y el argumento termina siendo secundario
los directores reciben el subsidio y el repudio,
porque la mayoría de los actores
son víctimas del mal reparto.

Se encienden furiosos reflectores,
se subrayan sin fin y repiten ciertos diálogos e ideas hasta el hartazgo.

la repetición graba,
la repetición diluye,
la repetición impone
la repetición derrota a la larga a la generación de ideas.
instala otras dictadas.

Se reemplaza a la falta de fe en lo que se hace por costumbres.
Se le da a ciertos hombres importancia y demasiado poder,
se le da a buscar aciertos,
poca importancia...
y eso tan sólo conduce a un mal desenlace

Adormecidos vamos sin notarlo
cubiertos por un estandarte,
nos recostamos a ver en el informativo,
a que nos cuenten lo que pasa.

Mala noticia tras otra
nuestra voluntad vamos rindiendo.
Las antenas de la pálida
transmiten las veinticuatro horas en cadena.

Pueblo cantor,
en silencio nos negamos.
Garganta salitre donde la pobreza humana en gestos hecha raíz,
en silencio nacemos y morimos,
Tarde vamos por los caminos,
Perdidos,
con temor por todo.
Las lechuzas de mal agüero en burla nos chistan,
pero aún estamos a tiempo de alzar la voz de nuevo.

Por ahora,
frente a una imagen prefabricada y ajena que nos desmiente
vamos volcando nuestro sentires hacia dentro,
ahogando al pecho en sonora catarata.

Pueblo cantor,
El silencio te deshereda.
La televisión se ríe de nuestra forma de ser,
uno va con vergüenza de mostrar su simpleza.
A otro le dimos el control,
y nos cansamos de ver cuadros dentro de cuadros

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, agosto 2009)
(Porque se saque el mejor provecho posible a esta nueva ley de radioteledifusión. No porque uno a esta altura todavía crea en la ley, sino más bien, porque les tocó y espero que les toque otra vez más perder a esos que nos ganan siempre.)

2 comentarios:

chaly vera dijo...

La repetición derrota,
cuan sabias palabras,
te perdone una vez,
te volvi a perdonar
y tu repetición se impone
no quedandome mas solución
que volverme a repetir
¡es la ultima vez que perdono!

Chusku dijo...

No sé, uno muchas veces se da cuenta de ciertas cosas,
pero a mi me sucede las más de las veces que no sé bien que hacer.
¿Endurecerse?, ¿seguir?, ¿crecer?

Saludos che.
Luis