sábado, 21 de noviembre de 2009

venían en tres navíos

Ruta de las especias,
vulgar comercio donde la desgracia es la otra cara de la moneda,
tan sólo un efecto colateral del dios progreso.

Rincón de olvido en que el mundo arroja todo.
Quedó la voluntad que quiso ser y algunos razgos,
perduran los lugares y los nombres.

el mar...
el mar inmenso torna río.
orillas donde estar no quisieras
la conquista, palabra dura
nadie quiere perder, odiar,
nadie quiere ser trofeo.
pero el cielo es cada vez más estrecho
y aunque se agache
no consigue tocarte.

más te valdría la estampida
la cicatriz es lo que viene
pero la suerte quiso
y te has puesto entre la espesura inmóvil
a mirar el mástil de tres naves
a las que tu lengua aún no ha puesto nombre.

Miran fijo,
trajinan desde lejos.
Traen creencias, pestes y cansancio.

Cuando desciendan veran lo grande de tu figura
tu bravura,
tu instinto.
Los rechazarás, si,
pero volverán por miles
porque esta es la vida y la muerte
y la vida.
Porque es circular el mundo
que luego alguien dirá que es para todos.

Volverán, si,
para manchar otra página con esa palabra
que no deja márgen a la inocencia.

La conquista, palabra dura...
vendrán y vendrán hasta lograrlo.
porque la ambición
no sabe de escollos en su viaje
y tu existencia
esta justo en su camino.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2009)

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