lunes, 3 de marzo de 2008

Chau

Ciertas cosas duelen de más.
Ciertas cosas demoran demasiado:
donar sangre,
caer de un rascacielos,
despedirse en la estación de trenes.

Mejor un “chau” desde la puerta,
sin mirarnos los ojos,
con la mitad de una costosa sonrisa.

Aunque ciertos regresos demoren de más,
mejor pensemos que nos vamos a ver de nuevo.
Que la vida no nos trató tan desparejo.
Que vamos a volver algún día
a algo llamado nuestra casa,
aunque nunca haya pasado hasta ahora eso.

La puerta de calle hizo ruido,
el hormigón encierra más vacío.
Si arrastrás los pies,
se siente el eco.

En un rato pasará el basurero.
A partir de ahora,
tal vez convenga hablar de lo lejano en tiempo pasado,
como si hubiese muerto.

Aceptar ciertas cosas duele a veces demasiado.


El Poeta del Asfalto (Febrero 2008, Buenos Aires)

No hay comentarios: