jueves, 1 de julio de 2010

Ya sin salida

Celeste lejano,
ruta por la que vuelven al norte las aves.
Cien mil pastillas,
y los muros
nunca se disuelven
por más que andes entre ruinas.

Hay Sol,
no hay flores,
esto no es el campo,
no migrará,
no va a ser.

Mis recuerdos.
Quiero saber porque los pierdo.
Porque los reemplazan otros.

Se hace tarde otra vez,
sombras se alargan,
el mundo se inclina.
Las lunas cambian de fase
el mar avanza y se retrae,
y nada de eso se ve aquí.

Lo mismo da
fuera o adentro en este circo
de domadores que se ensañan con las fieras.

Entre cielos nublados y funciones postergadas.
Como olas contra el paredón,
van y van los días.

No esperarán por vos...

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, junio 2010)

(Hay algo de persecuta en esto de hablar siempre desde la perspectiva de esos congéneres nuestros privados de su libertad.
Ojalá dioses, destino o que se yo, me ahorren ese paso.
Creo que mis fantasias autosuficientes no lo soportarían, jeje.
En ese caso los autorizo a tirarme una soga a traves del paredón,
odarme una muerte agradable)

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