martes, 10 de marzo de 2009

Levanta, sí,
al luchador caído,
no su bandera,
No, no le devuelvas las armas
con la que tal vez hizo daño,
a sí, y a otros.
Tregua, algunos dicen demora.
Retirada, que otros llaman éxodo;
paz que busca un momento más propicio para el abrazo,
conciencia dicta:
por ahora aunque sea apretón de manos.

Por ahora y siempre sonrisa,
por ahora no nos rendimos,
por ahora,
y por lo que de el tiempo.

Levanta sí,
al luchador caído,
entierra las armas,
siembra una esperanza
aunque el tiempo se pronostique duro.
Calla por una vez lo mucho que tengas para decir,
y prefiere escuchar al corazón.
La gente puede cambiar,
abre la puerta
has de tu casa su casa,
y ya nadie tendrá que huir.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, enero 2009)

3 comentarios:

DEARmente dijo...

El luchador caído, así me siento hace días.

Poeta, no te olvido, siempre vengo a verte, siempre, aunque parezca que no, allí asoma mi bandera.

Chusku dijo...

En todo caso no te olvides que algunos andamos recostados para no caernos.
Yo también ando por allaá, pero cuando quiero comentar el poema alado, me aprece un cartel tremebundo y me reta con cosas indescifrables, y yo lo dejo nomás que me rete. jajaja
Por el Poema Alado, y por este comentario que me dejás me doy cuenta que te estás poniendo tanguero, cuidado es el primer síntoma. En cualquier momento cambiás a Duran Duran por la Orquesta de D´arienzo con El Tarta. Jajaja
Saludos.

DEARmente dijo...

jajajaja
eso jajaja
SLDS.