viernes, 14 de noviembre de 2008

Licenciados en Economía

¿Oscuro?
Si hablo de los vivos,
sin querer nombro a la muerte,
aunque alguno se olvide
que no hay certificado de garantía,
en esto del andar vivos.

Para preservar el campo,
algunos suspenden el encuentro de reserva,
y yo digo:
Que los cracks también se embarren,
Jugar, es ganar a veces,
pero principalmente darle oportunidad al otro,
Aprender que es también derecho el equivocarse
y el fracaso,
es humano.

Algunos hablan de la relación costo/beneficio.
Yo me conformaría con un amor así nomás,
con saldo en rojo.

Los que van con la calculadora tatuada en la piel,
están subiendo el precio con desprecio...
Alimentando la desconfianza.

Yo no hago tantas divisiones,
están los malos y los buenos,
y eso depende también.
La línea fluctúa,
a según la cultura,
quién,
la presión atmosférica,
el día y la hora.
Aunque alguno meta el dólar en el medio,
el interés en porcentaje
y se las de de: Licenciado en Economía,
ahorrando sonrisas y saludos.
Yo los veo acomodándose el pelo o la corbata en cuanto espejo se les cruce.
Tienen un teléfono personal que atienden con calculada voz
como si todo el tiempo estuvieran aguardando que los llamen;
con parsimonia,
aunque hasta hace un segundo estuvieran mandando
a un congénere de casta inferior al diablo.
Es que ellos mezclan el mercado con la raza,
la religión con el sálvese quien pueda.
la cortesía con el puñal por la espalda

No les gusta la gente que simplemente dice lo que piensa,
la gente libre les aterra,
les recuerda su pasado a ellos,
que son ahora gente altamente comprometida.
Sin un segundo para perder en la carrera.

Ahorran discusiones decidiendo por el otro,
toman,
no piden.
No se acuestan con,
sino: contra.
No generan,
Eligen,
ellos son en el fondo simple especuladores
Debe ser que invierten su felicidad a plazo fijo
en sesenta vidas
o algún negocio raro de esos.

Yo no me pliego,
no voy a ahorrar papel ni tinta en decirte
que todo lo que robé de esa mi muerte que espera
es tuyo.
Agarralo,
y andá también a sembrar conciencia,
que no abunda.

El Poeta del Asfalto, Buenos Aires septiembre de 2008.

¿Que porciento darán por no reírse
Junto al cedro y el mármol
Cuando muera?

José Larralde

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