martes, 27 de mayo de 2008

yonqui

dame mi dosis
parezco suplicar

y llega a veces con cuentagotas
siendo una mala mierda
con la que envenenarse.

dame mi dosis
exijo casi gritando

y el dolor flirtea con el vacío
esquivando su condición
de harapo borracho.

que se quiebre y se incline
como una mamada forzada
de esa chica que todos odiarían amar.

acaba de una vez
esa canción de tristeza buscada
que te coses a la piel,
acaba con todo esto
y si es por follar
follate al sol

que está caliente como el odio
o el rencor de solo ser una sombra.

date un respiro
rompe la bombilla que alumbra la guarida
arranca los poemas del corazón
de las tripas

deja que se sequen

olvidalos.


entonces
sería la mitad de lo que soy,
sería nada.


john ash, madrid 27 de mayo del 2008

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