jueves, 4 de marzo de 2010

Flecha imantada de oestes

Los días
solo rutina irracional
de noche la tregua.
No es el Sol quien castiga
es la costumbre de sentirse muy altos de algunos.
Yo no los culpo ni los disculpo.

Olor a alba,
de fondo la calle.
Asfaltaron la ternura
van al tranco los imperturbables a sus quehaceres
Esperando las noticias,
olvidados

de sorprenderse a sí mismos.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, febrero de 2010)

1 comentario:

DEARmente dijo...

Si tú no los culpas, yo tampoco.

Me gustó tu poema!

SLDS!