jueves, 6 de agosto de 2009

párpado de nostalgia



Una canción.
Una canción en la radio.
Una canción en la radio ahora.
El dial estaba allí,
por hacer algo la encendió.

Son cuatro las paredes,
Cuatro los hielos,
cuatro los dedos de altura del amargo Cynar
en el vaso que hace un instante besó.
Cuatro
los tiempos del compás.

Pareciera marcarlos el traqueteo del ventilador.
Ella sentada allí se queda como encantada.
El reflejo del Sol en la pared del edificio de al lado le ilumina lo verde en la mirada.
Tal vez
intenta recordar con quien bailaba aquella vez...
pero el tiempo no retrocede,
más bien avanza.
Y esto ya forma parte de todo cuanto la posterga,
otro poema sin rumbo en que no te digo nada que no supieras al levantarte en la mañana.
Un paisaje común de barrio,
así nomas.
Una muestra más
de como desperdiciar el tiempo.
De tantas y tantas cosas que el mundo nos señala inconvenientes
pero de las que a gente como ella,
o como yo,
nos costaría mucho arrepentirnos.
Nuestro instante diario de ensueño a quienes en lucidez
no hallamos respuesta.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, julio de 2009)

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