domingo, 13 de abril de 2008

Amalgama

Cierra.
Encierra luz
para que mañana tengas
aunque lejos esté de amanecer.

Cicatriza,
algo duele,
como un fino alcohol para las heridas.
Arde,
tú sólo la nombras.

La buscas gris,
ella es verde-amarilla-azul.
No está,
nunca estuvo,
hay que hacerla.

Siempre es igual,
hay que saber la correcta proporción
para conseguir la forma de unir,
lo que por naturaleza separado está.
En un mortero de tierra
con espátula de cielo
girar.

Espero que me sientas suficiente para unirte,
aunque sea por un instante a mi.
Aunque todo se rompa después,
y nos quedemos nada más
que con nuestra piel los dos,
en silencio,
apenas tocándonos.

Aunque sienta más intensamente que vos
y entre tus diversas formas de estremecerme
lata tan desparejo que me rompa bajo el mar
en un oleaje sin fin.

Yo quiero estar así,
hundirme fundido a vos.
Como viene pasando,
desde el primer hombre
y la primera mujer
como nunca entre nosotros,
una vez más,
de nuevo hoy

Extrañas formas las de decir: te quiero,
del que se acostumbró a sufrir.

Náufrago,
hasta ahora solamente fui cuando no era tiempo.
No me busqués,
descuida,
sólo guárdame un lugar.

Golpearé la puerta cuando no haya nadie,
cuando estés desnuda allí.
Me sentirás en amalgama,
¿o será soñar?,
con los problemas esperando fuera de la habitación,
con desagrado de la obligación,
y el visto bueno de nuestras ganas
allí morir

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, abril 2008)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Paso a dejarte un saludo y a felicitarlos a los tres por esta página... jejeje y yo quemo poemas, total a quien no le gusta el fuego?¿

G.C