martes, 8 de junio de 2010

Donde Constitución es solo una estación del tren.

Cansado de debatirme en la tela
estoy en postura de negociar mi honor
y llegar a un trato con las arañas

Ellas sujetan por el mango algo duro llamado ley.
Ocho brazos,
ocho razones.
Coerción,
amenaza,
y veneno.

Me debato en dudas
ellas ya saben lo que van a hacer
desde su posición segura
No precisan pensar,
están en el centro de la tela
percibiendo suburbanas vibraciones
de una lucha acaso estéril.

¿Quién pensás que tiene el control?
¿Quién sos para pedirme que practique lo que predico?

Sujeto, verbo, predicado.
Orden del día.
Vos debés renunciar
y unírtenos.
tenés que pagar peaje

Lugar sin espacio,
ellas seguras de sí bailan su danza inmóvil.
Están en el centro de la tela
esperando percibir tu sumisión
para enredarte en su baba.

Sujetan por el mango algo duro llamado ley.
Ocho brazos,
ocho razones.
Coerción,
amenaza,
traición a la vida.
No sé si algo más...

El Poeta del Asfalto. Buenos Aires, marzo de 2008

Un tipo vendiendo trapos de rejilla en el semáforo,
un patrullero y cuatro tipos rudos para incautar su peligrosa carga.
Si arreglás con nosotros podés quebrar la ley.
Sino, lo lamento. El estado no admite competencia.

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