martes, 12 de enero de 2010

campante y al desheredo

Papeles blancos que tornan amarillos,
como sea,
la letra es siempre oscura.

Los cajones vacío de tanto polvo.
De tanta letra para nada
de tanta bancarrota que alguna vez creí diversa,
no sé si rica...

No hace falta un sello,
pero el desheredo también acuña su formal escudo.

Formas de ser que acuné,
ninguna tenía lo que yo necesitaba
continué,
hasta que fuí declarado prescindible por mi propia sangre
y caí con mis preguntas
y un sonido que amortigua el bosque,
como toda rama seca.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre de 2009)

No hay comentarios: