domingo, 24 de agosto de 2014

Sala de máquinas

No bajes muchacha, muchacho.
Si te sientes incomprendido, sitiado
No hace falta que bajes a lo oscuro de la existencia.
Para mirar de afuera, de las sombras.
Para espiar en silencio la escena
Y aprender cómo es que hay que ser
Para agradarle al mundo.

No bajes,
No
No tiene sentido, no hace falta.
Se vos mismo,
No copies colores
No busques convertirte en lo que agrada a los que desprecian
U odian.
No vale la pena, acabarás arrepentido,
Rodando.
Sé como eres, aunque no le veas el porque
Nada tiene sentido en verdadero

No gastes cospel
en llamar a los que te inventarán excusas.
A los que con razón o no
Ya no piensan en vos.
A los que descolgaron el tubo
A los que con sonrisa
Te clavarían un puñal por la espalda.
Nada personal, ¿eh?
Un puñal, nomás,
Como se lo clavarían a cualquiera.

No bajes, no,
a este sótano estrecho.
a esta ruidosa Sala de Máquinas
donde, los que engañados o no,
cargamos el deber de mantener girando este mundo como lo conocemos.

No bajes, no,
Aquí no tenemos palabra de aliento para darte,
Y de tenerla el ruido la taparía.
Hay poca luz,
El aire está viciado,
Esto no es para cualquiera.
Muchos que pensaron que aguantarían,
Gente ruda,
Terminaron metiendo un brazo o la cabeza en los engranajes
Olvidando que no nacieron aquí.
Olvidando que había una salida que olvidaron

Por eso,
En su memoria y para que no seas otro más,
o el próximo
gasté un tiempo en escribir estas líneas.

Sé como eres, aunque no le veas el porque
Nada tiene sentido en verdadero

Hay que buscarlo.


A la memoria de G.J.I.D.


El Poeta del  del Asfalto , Buenos Aires febrero de 2014

No hay comentarios: