No bajes muchacha, muchacho.
Si te sientes incomprendido,
sitiado
No hace falta que bajes a lo
oscuro de la existencia.
Para mirar de afuera, de las
sombras.
Para espiar en silencio la
escena
Y aprender cómo es que hay
que ser
Para agradarle al mundo.
No bajes,
No
No tiene sentido, no hace
falta.
Se vos mismo,
No copies colores
No busques convertirte en lo
que agrada a los que desprecian
U odian.
No vale la pena, acabarás
arrepentido,
Rodando.
Sé como eres, aunque no le
veas el porque
Nada tiene sentido en
verdadero
No gastes cospel
en llamar a los que te
inventarán excusas.
A los que con razón o no
Ya no piensan en vos.
A los que descolgaron el
tubo
A los que con sonrisa
Te clavarían un puñal por la
espalda.
Nada personal, ¿eh?
Un puñal, nomás,
Como se lo clavarían a
cualquiera.
No bajes, no,
a este sótano estrecho.
a esta ruidosa Sala de
Máquinas
donde, los que engañados o
no,
cargamos el deber de mantener
girando este mundo como lo conocemos.
No bajes, no,
Aquí no tenemos palabra de
aliento para darte,
Y de tenerla el ruido la
taparía.
Hay poca luz,
El aire está viciado,
Esto no es para cualquiera.
Muchos que pensaron que
aguantarían,
Gente ruda,
Terminaron metiendo un brazo
o la cabeza en los engranajes
Olvidando que no nacieron
aquí.
Olvidando que había una
salida que olvidaron
Por eso,
En su memoria y para que no
seas otro más,
o el próximo
gasté un tiempo en escribir
estas líneas.
Sé como eres, aunque no le
veas el porque
Nada tiene sentido en
verdadero
Hay que buscarlo.
A la memoria de G.J.I.D.
El Poeta del del Asfalto , Buenos Aires febrero de 2014
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