domingo, 10 de agosto de 2014

Al sur de todo

Ciudad del dos por cuatro
habitaciones de dos por dos donde viven hasta seis
quilombos cada dos por tres.

Hoy anclé muy lejos,
falta de fondo el bandoneón desde el muelle.
Los vidrios de los rascacielos que miran al río
van reflejando las nubes.

La tarde gira como un barco enorme
que busca y busca entrar a un puerto en desuso.

Gira como tu corazón,
como la ciudad
en este  instante.
Paso de tango,
cemento,
tendón
y sentimientos

Bodegas llenas,
lento giro
Pesadas cargas atrasadas
Alguien estará esperando lo que piensa le corresponde,
alguien estará pensando en lo que queda,
 Alguien que no piensa ya, estará lejos de aquí.
Comprendió que aquí ya no hay lugar,
que este sitio gris no precisa de nadie ya
y ha prescindido de la delicadeza y los modos
para pasar a querer imponer
un orden absurdo.

Bandoneón arrabalero,
estela  que se va calmando en nada.
La tarde gira como un barco enorme
que busca y busca entrar al puerto

Hoy abandoné la habitual recalada.
Hoy salí al dique seco.
Reparación media vida, quizá.
Tiempo para reflexionar.

Tal vez ya necesite cepillar el casco
Sacarme la sal de la espalda
Repasar las soldaduras castigas por la locura de las olas

Para luego
salir a aguas abiertas luego, sin destino
Tocar la bocina fuerte.

Poner las calderas al rojo,
hacer vibrar las chimeneas

no quedarse quieto hasta el final.


 El Poeta del Asfalto, Buenos Aires junio de 2014

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