sábado, 14 de febrero de 2009

¿Tenés un sueño, o es el sueño quien te sujeta?

no vive, ni consiste.
La veo colgar:
una bandera triste
de tanto el viento no querer jugar con ella.
Tal vez no le perdona su orgullo,
De tanto estar ahí fue perdiendo colores,
se fue asomando al horror por no animarse a ser buena.
Se fue olvidando la ternura.
Cada vez más
cada día
de golpear, de no perdonar
ni oír.
Mucho menos escuchar
o permitir algo insignificante como continuar con vida
ni bajar nunca primero la mirada
ni aceptar derrotas,
ni asumir pasajeros triunfos con humildad

Yo opino que ha destruido sin orden,
que ha construido a desgano,
es justo que allí se quede dormida en su milagro de estopa.
Ella es libre de haber amado tanto,
libre de haber odiado
yo no encuentro algo que la justifique.
Ni su supuesta pureza ni sus oscuras persecuciones,
ni a sus hermanas, ni a ella.
No les perdono bajo circunstancia alguna el haber encabezado sus batallas.
Simplemente que se queden allí,
lo más olvidadas posible,
acumulando hollín y espanto.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, enero de 2009)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces te odio. odio la sencillez con la que das respuestas. odio tu poesia. la envidio. la deseo. joder y hay gente que publica libros. con lo cerca que estás.

saludos.

Anónimo dijo...

Es bueno estar aquí,
leyendo en voz baja,
palabras tan fuertes como las tuyas!

Si, tan fuertes.