miércoles, 4 de febrero de 2009

Parias

Hay un mundo que no sabemos donde queda.
Hay un mundo girando en alguna parte.
Nadie nos apunto la dirección,
nadie nos dió indicaciones más que para perdernos.
Sin embargo vamos como enamorados sin cuerpo,
sin tierra bajo los pies
sin nada que sujete o de calma.

Para hablarnos del cielo,
bueno sería que primero nos dejaran verlo.

Sobre nuestras cabezas vacío,
y un lugar lleno de normas que no entiendo.
Sobre nuestras cabeza una espada pesada
y un brazo cansado de aguantar el peso,
una sin razón con ganas de acabar ya con esto.

Quiero que pienses en las dificultades,
en la imposibilidad de no encontrar cada día
nuevas y más dificultades de nuevo y nuevo.
En la incertidumbre de sentirte ya sin peso,
y que el mundo decida subir el ritmo de un momento a otro,
y no tengas más que salir volando despedido con la piel que te queda
Volando sin indemnizar ni despedida,
hacia la nada.

Sin embargo algo queda,
ocho vidas y contando,
sin embargo vamos
Andando,
soñando que vamos
sin tierra bajo los pies,
sin nada que sujete o de calma.


El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre 2008)

2 comentarios:

Joan Tristany dijo...

Donde hay calidad hay calidad, donde hay sensibilidad hay sensibilidad.
Esta poesía lo reune todo.
de donde sea que ha salido transmite mucho.

felicidades.

Un abrazo

Joan

Chusku dijo...

Eh, Joan, de los pagos del Nano supongo.
Creo que hay que pulirla un poco, sin embargo, (como al autor) jaja.
¡Así que usted descubrió a la famosa cebra verde!
espero no perderme en la sabana del ciberespecio,
iré a espiarla contra el viento para que no me huela.

Saludos.
Luis