domingo, 9 de noviembre de 2014
No lidias con muñecos
Tanto tiempo
Ocultando nuestras bellezas
en las ropas
que otros han hecho.
Diversos
pero amoldados
a las variantes que puede albergar
una mano descuidadda,
una misma tijera
Tanto tiempo
diseñando nuestros sueños
en un marco tan contradictorio como estrecho.
Un marco caprichosamente escogido
por no decir "impuesto"
Tanto tiempo
sin voz
riendo, si,
pero nerviosamente.
Riendo
pero de algo
que no era broma.
Inmersos
en la insensatez
que aprendimos como regla.
La de anularnos
la manera de obtener una razón
por la que valga la pena
seguir buscando una manera.
Ahora que se que me odias en esencia
me he hecho más fuerte.
Te oigo preguntar aún,
y no sé
que querés que te diga.
Entonces voy a responderte
sin pensar en lo que quieres escuchar.
Sin pensar en lo que sientes,
como a vos tampoco te ha interesado lo que siento
al preguntar insistentemente
solo para calmar tu ego.
Voy a responderte nada.
Silencio.
Un silencio largo y prolongado.
Enorme.
Un silencio con forma de espalda.
Con la fragancia que antecede
al desprecio florecido
en la primavera que sucede al invierno de las ganas.
Vos sabrás o no
como lidiar con eso.
Espero.
Porque de ahora en más
será lo que he de darte.
El Poeta del Asfalto, Buenos Aires octubre de 2014.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario