domingo, 12 de octubre de 2014

25 horas

Puño apretado
granos de arena que se vuelan,

muchos.

Comprendiste que necesitabas tiempo
tiempo,
tiempo,
tiempo

Miras atrás desde el tope de una duna,
todo cambia en perspectiva.
Desierto de los días,
no calculaste bien
la distancia entre oasis y oasis
sobreestimaste tu resistencia.
El Sol del mediodía es cruel
y no hay nada acá.
Y el castigo es que nunca es tarde.
Nunca caes.
Sigues y sigues,
acostumbrado a la sed,
enloquecido.

Tenías una lista de cosas por hacer,
aún la tienes.
Los planes se despliegan,
avanzas
y el horizonte se corre y se corre.
Te preguntas
si no debieras haber conservado
el sitio del último campamento
mientras sigues y sigues caminando
bajo este Sol endemoniado
donde todo puede ser un espejismo.

Lagos y palmeras,
no hay nada allí
te has convencido.
Sigues y sigues en lo que cress
es una línea recta
buscando ya
quien sabe qué.

Puño apretado
granos de arena que se vuelan
muchos,

demasiados


El Poeta del Asfalto, Buenos Aires, octubre de 2014

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