“Descansa Es mi cielo el que te espera ver volar” Laura Ciuffo.
Que
solución trae que digas
que la
ciudad es ya como una muela infectada.
¿Cuál?
Si
sigues acá,
merodeando
como los demás.
Esperando
cómodamente.
(lo que
hagan de nosotros)
Millones
y millones
tratando
de ser
lo que
no podemos ser.
Inventándonos
problemas
cansados
de dar explicaciones
cansados
de no ser comprendidos.
Poniéndole
el codo en la cara al de al lado.
Mintiendo
que estamos horrorizados
mientras
aguardamos, para bien o mal,
que los
demás bajen la guardia
se den
en confianza,
o
guiñen un ojo.
Celebro
a los que son suficientemente valientes
como
para permitirse la inocencia.
A los
que no se encolumnan ni se oponen.
A los
que siguen diciendo: si
por
favor,
gracias
con la
voz quebrada.
A los
que vuelan como en sueños
a las
terrazas de lo compartido.
Vos
también,
que
estás medio acá sin querer,
medio
allá sin estar
despega.
Rompe
el envoltorio.
Despega
de tu forma ser si estrenar.
De las
explicaciones mil
de la
idea
de que
somos otro artículo
que
debemos vender.
Vuela.
Porque
cuando vuelas no se nota la renguera
(siempre
del mismo lado la renguera)
Vuela,
desde
tu sueño a las cosas.
Ven a
este entremundo
donde
el reloj
no es
más que un elemento de medición
(un
accesorio)
Vuela.
Olvida
la paciencia por la muerte
Olvida
las razones.
Se.
Se de
verdad.
No hay
razón para que estemos acá
Vos
leyendo
yo
escribiendo
No hay
razón.
No la
hay
ni la
habrá
ni la
tiene porque haber.
En esta
era insensata de antojo por la eternidad
y de
eufemismos
y de
urgencias de cotillón.
Se,
entre
todo eso.
Rebélate
y revélate.
Arriesga,
goza, sufre
y
vuelve a arriesgar.
Vuela.
Amén.
1 comentario:
Un gran poema. No falta libertad, falta valentía.
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