Condena al olvido,
obstinación, o deber, o locura,
quién lo sabe.
En todo caso...
ni la última
ni la primera vez.
Estas buscando cosas
que no se localizan con brújulas ni sentidos,
vas peregrino
como si llevases una carta.
Una que tu pupila húmeda fingirá no haber leído.
Misión que no comprendes porque acaso nunca ha existido,
esgrima intelectual,
paso firme,
cosas perdidas.
En el horizonte se perfila
otra tarde de lluvia.
El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, diciembre de 2010)
jueves, 16 de diciembre de 2010
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