lunes, 20 de septiembre de 2010

Saberes, deberes, y no haceres.

Dioses mudos que rigen el tiempo,
Invisibles.
Indicaciones que creemos oír
fin de tarde, Caronte aguarda

Miro la palma,
tengo la llave de la prisión,
creo que aún no le he comprendido.
Vuelvo y vuelvo a aquí.

Fuerza que se vende,
cajones
pedidos,
reclamos.
Cerebro fritado,
pucheros de corazón trozado y agrio

Horario,
esperanza ciega hasta el fin
obediencia sin fin, ni futuro.
Horario,
horario ajeno,
horario impuesto,
horario nuestro, amigo vivo.

Fin de tarde,
sensación de nada,
alarga el Sol sombra de barrotes
Caronte aguarda al borde de alguna noche
mientras tengo la llave de la prisión

sin comprenderlo.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, abril de 2009)

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