sábado, 4 de abril de 2009

29.000 metros por segundo

Rotando,
cada vuelta que da el mundo.

En otros tiempos,
el vino entibiaría el cuerpo rodeado de habitación.
Hoy nada se inquieta,
simplemente hace frío.

No sé si el mar descansará,
no lo veo desde aquí.
Si el que creó todo se habrá reservado para sí un cielo fuerte
o un nido de picaflor.
Si lo supiera te lo contaría,
pero puedo asegurar tan sólo que el plato del giradiscos se mueve,
sólo la mano sobre el teclado se mueve.
sólo el mundo sin que lo notemos se mueve.

El cielo enrojece en otro hoy que costará vivir
mientras yo voy a toda velocidad girando
sentado aquí.

El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, junio de 2008)

2 comentarios:

DEARmente dijo...

Y uno ni se da cuenta!!

Qué velocidad!

Chusku dijo...

A veces pienso que es ínfimo el caudal de cosas de que nos damos cuenta. Saludos
Luis