Medianoche, mediodía
tal vez me haga transparente
y la ciudad no me lleve por delante
hay veces que caigo rendido en cualquier parte
veces que ando con una infundada alegría.
vaiven somnífero
ilusión de tu piel cualquier cuerina de asiento de ómnibus
a los neoliberales les gusta la exclusión social,
el resto simplemente la hacemos
como el amor
o la guerra
o el código contravencional,
o el remedio aproximado para nuestro corazón
financiero
que quiere mostrarse muy solvente en solitario
perdoname, que te deje de nuevo ahora,
me pasé ya de la parada,
de la raya otra vez...,
perdón.
yo venía de un mundo caudriculado en esquemas
y lo tuyo era tanto amor
que no encajaba
El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, octubre de 2009)
miércoles, 28 de octubre de 2009
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2 comentarios:
Siempre alguien mira, maravillosos poemas, la ciudad que duele.
Un gusto.
Podríamos hacer que duela un poco menos, pero no hemos sido enseñados, ni a veces podemos inventar el como. ¿O será que ya formamos parte de esto?
Para pensarlo.
Gracias por tu tiempo.
Saludos
Luis
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