Desde aquella noche,
vacìa de caricias,
supo que no habrìan
màs madrugadas en comùn.
El amor,
un muerto que cargar.
Los espacios entre los labios,
una distancia
imposible de recorrer.
El silencio,
una costumbre
que a fuerza de pràctica,
se hizo maestro de las horas.
25.12.07
Abstrusa
Pilpintu
Copyright © Abstrusa.– Todos los derechos reservados
vacìa de caricias,
supo que no habrìan
màs madrugadas en comùn.
El amor,
un muerto que cargar.
Los espacios entre los labios,
una distancia
imposible de recorrer.
El silencio,
una costumbre
que a fuerza de pràctica,
se hizo maestro de las horas.
25.12.07
Abstrusa
Pilpintu
Copyright © Abstrusa.– Todos los derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario