Puñal de papel
con que mato las horas
basta de pedir que alguien patee el tablero
resistir despierto,
sin comer
improvisando atmósferas
transpirando
Pasadizo frío y oscuro,
fogón de razones
vigilia que calienta la muerte
Fin del sur,
yo también como quienes me antecedieron
me vestiré de noche,
habré de soltar este puñado de amor que tal vez creo tener
y nadie vendrá a verme,
en razón ni sentimiento
bajo las piedras.
Frío de madrugada,
fantasma de vapor que vomita la alcantarilla
Acaso estés enojada conmigo,
a nadie le dan gratis la resignación,
no es para buscar perdón que te lo digo,
es para saberlo,
no lo olvides.
Como no te olvides de brillar mientras dure.
Nosotros también
nos vestiremos de noche.
El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, marzo de 2010)
martes, 27 de abril de 2010
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