le debía a Nika alguna carta
que siempre empezaba borracho
y nunca terminaba.
luego rompía los comienzos
porque eran siempre mejores de lo que es al final,
tambien en las cartas, si.
era una mujer-poeta,
de las mejores,
tumbaba a pizarnik
con un verso corto.
era como un animal de 1,55
con buenas tetas
buen coño
y la poesía
pegada a la piel.
y se odíaba,
se odíaba lo justo
tal vez como yo
o como tu
o como cualquiera
que necesite respirar.
se odíaba y lo sacaba
a ostias de la piel.
luego lo escribía
mientras el poema
moría lentamente
y te quedabas con la sensación
de haber perdido algo importante.
supongo que es una disculpa,
por la tardanza, por la ausencia,
por esas cosas que nunca explico
y ella
nunca pregunta.
john ash, noviembre del 2008
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1 comentario:
que cabron...me gustash
besitines
isa
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