domingo, 26 de octubre de 2014

Nosotros

Nosotros
hemos dejado durante mucho tiempo
que nos tildaran de extraños

Nosotros
hemos permitido que el tiempo abone
esa semilla de duda
en un campo tan fértil
como el de la estupidez humana.

Mientras
ellos
en su debilidad se hicieron fuertes.
Ellos.
Con sus complejos
y sus miedos
y su irracionalidad
teñida de ideología.

Pero...
dejalo ahí,
que ellos hablen por ellos...
Que expongan llegado el caso
su descargo.

Nosotros...
por mucho
nos hemos retirado a nuestras mentes
hemos abandonado el territorio
por demasiado tiempo
Hemos dejado
que nos llamen extranjeros
en nuestra propia tierra,
la de todos.

Y ellos,
se han vuelto violentos,
desesperados
haciendo como que reaccionaban algo
cuando ese algo eran probablemente
sus propios miedos.
Pero...
dejalo ahí...
No los analicemos.
Que ellos hablen por ellos...
Que expongan llegado el caso
sus razones.

Nosotros.
¿Qué ha pasado?
Qué sucede con nosotros.
¿dónde estamos?
nos hemos retirado
hemos abandonado el territorio por mucho,
demasiado tiempo
Hemos dejado que nos escupan en la cara
en nuestra propia tierra,
la de todos
Sin la menor resistencia.

Hemos permitido que el tiempo abone
esa semilla de duda
en un campo tan fértil
como el de la estupidez humana
regada por las lágrimas
de los que aún confían.

Nosotros,
que odio decírtelo
nos fuimos adaptando
a dar un paso y otro
en la dirección que nos dijeron conveniente
hasta no saber ya de que lado estamos.

Y así marcha la humanidad
o al menos gran parte
En formación,
sonriendo al degollar,
haciendo lo indecible
lavándose las manos

Nosotros,
sujetos,
no objetos meros.
¿dónde es que estamos?
Sin abogados
ni excusas
simples y frágiles
y fecundos.

¿dónde quedamos nosotros?
en este paraíso a la medida de los vividores
en este infierno para bienintencionados
que hemos sabido perpetrar
y heredar
y perpetuar.

En esta gran maquinaria
de la locura
¿dónde encaja el nosotros?

El Poeta del Asfalto - Buenos Aires, octubre de 2014.

domingo, 19 de octubre de 2014

Esclavo por vocación

No llames más.
No comprendiste aún.
yo ya no estoy aquí
ni muerto
ni vivo.
Desaparecido
en la fosa común
de este mundo empresarial
lejano
frío,
casi
glacial
En la tragedia cínica
global
legal

O no,
yo no estoy aquí.
No llame más.
Ya no estoy aquí más que paralelo,
en otra dimensión casi se diría.
En otro plano que mis sensaciones,
dividido de mi vida
fugado.

Esto que comenzó como un juego
y luego torno algo conveniente
se me ha ido a de las manos.
De alguna forma
dejé que sucediera.
Y dejo tal vez este testamento
para que quienes viene detrás
no comentan el mismo error.
No obren de esta manera.

Fosa común
dentaduras y caderas,
y pelos
y restos puestos ahí en una pila
para ser aplastados y olvidados por el tiempo.
Una pila que se renueva y se renueva.

Contrato firmado
final cerrado
¿Qué representa para vos?
¿Qué representa para mí?
Este perderse sin más.
Este sufrir cada día.
Este mundo a la medida de los malnacidos
este jugar a ser una sombra
en esta realidad tan nublada.

El Poeta del Asafalto - Buenos Aires octbre de 2014.

domingo, 12 de octubre de 2014

25 horas

Puño apretado
granos de arena que se vuelan,

muchos.

Comprendiste que necesitabas tiempo
tiempo,
tiempo,
tiempo

Miras atrás desde el tope de una duna,
todo cambia en perspectiva.
Desierto de los días,
no calculaste bien
la distancia entre oasis y oasis
sobreestimaste tu resistencia.
El Sol del mediodía es cruel
y no hay nada acá.
Y el castigo es que nunca es tarde.
Nunca caes.
Sigues y sigues,
acostumbrado a la sed,
enloquecido.

Tenías una lista de cosas por hacer,
aún la tienes.
Los planes se despliegan,
avanzas
y el horizonte se corre y se corre.
Te preguntas
si no debieras haber conservado
el sitio del último campamento
mientras sigues y sigues caminando
bajo este Sol endemoniado
donde todo puede ser un espejismo.

Lagos y palmeras,
no hay nada allí
te has convencido.
Sigues y sigues en lo que cress
es una línea recta
buscando ya
quien sabe qué.

Puño apretado
granos de arena que se vuelan
muchos,

demasiados


El Poeta del Asfalto, Buenos Aires, octubre de 2014